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Redacción Nacional
La Habana.- La muerte de un menor en Guanabacoa, un municipio de La Habana, se enmarca en una compleja crisis epidemiológica que vive Cuba, particularmente crítica en la provincia de Matanzas, donde las autoridades sanitarias niegan muertes por dengue a pesar de un brote generalizado de arbovirosis y de las denuncias de la población sobre el colapso del sistema de salud.
El Ministerio de Salud Pública (Minsap) de Cuba ha confirmado la presencia de dengue y oropouche en 12 de las 15 provincias del país, así como la expansión del chikungunya a, al menos, cinco territorios, entre ellos Matanzas.
El director de Higiene y Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, ha reconocido que la situación es «más compleja que en meses anteriores» .
A nivel nacional, la crisis sanitaria se ve agravada por una economía en crisis, que se traduce en apagones constantes, irregularidades en el abastecimiento de agua y una acumulación de basura en las calles, condiciones que favorecen la proliferación de mosquitos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta de que esta situación, unida a las recientes inundaciones, aumenta el riesgo de brotes de enfermedades transmisibles .
La provincia de Matanzas es actualmente el epicentro de esta crisis. Aunque las autoridades confían en que la llegada del invierno limite naturalmente la proliferación del mosquito, la población enfrenta una realidad distinta :
La respuesta del gobierno cubano es puesta en duda por la ciudadanía. Las autoridades sanitarias nacionales niegan categóricamente que existan fallecidos por dengue o que los hospitales estén colapsados, atribuyendo los rumores a una tergiversación con «malas intenciones». Sin embargo, esta postura oficial contrasta con las declaraciones de los funcionarios locales en Matanzas, quienes admiten la complejidad de la situación y la tensión en el sistema sanitario.
La muerte del adolescente en Guanabacoa ocurre en este contexto de una crisis de salud pública nacional, donde la información oficial es desafiada por los testimonios que surgen desde las provincias más afectadas, dejando a la población en medio de la incertidumbre y la desconfianza.