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Indignación en Matanzas: fumigaciones falsas y la orden de ocultar los fallecidos por chikunguña

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Por Alina Bárbara López Hernández ()

Matanzas.- Estoy indignada. Es demasiada la manipulación, la mentira y la justificación de las autoridades políticas y médicas, nacionales y provinciales, ante la situación gravísima que existe en la provincia de Matanzas.

La orden de desmentir los fallecidos por arbovirosis está dada. Así lo aseguran el doctor Durán, el ministro de Salud y las autoridades matanceras.

Es cierto que el chikunguña, a diferencia del dengue, no tiende a la mortalidad, pero puede complicarse y contribuir, por tanto, a la causa de muerte en ciertos casos: niños menores de un año, personas mayores de 65 o aquellas con comorbilidades, es decir, con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes. Sus certificados de defunción no dirán «Chikunguña», pero eso fue lo que desencadenó el final.

No estamos desde hace tiempo en condiciones normales. Tenemos una población hambreada, envejecida, estresada, sin medicamentos desde hace mucho para tratar sus enfermedades crónicas. Desde hace varios meses no se distribuyen en las farmacias de la provincia antihipertensivos, diuréticos, medicamentos para el control de la diabetes, ni reactivos para medir los niveles de glucosa en sangre; estos últimos tampoco los hay en policlínicos u hospitales. Ayer fue que empezaron a vender enalapril después de mucho tiempo.

Mientras la epidemia se hacía fuerte municipio tras municipio, apenas han vendido paracetamol o sales de rehidratación en las farmacias, y las poquísimas veces que ello ha ocurrido tuvo carácter simbólico: dos sobres de sales por cada consultorio, y un consultorio puede tener mil pacientes o más.

Una mentira tras otra

Tal escenario hace posibles fallecimientos que en otro momento no hubieran ocurrido. Si, como aseguran las autoridades, no ha crecido el número de fallecidos, ¿cómo se explica que en el hospital provincial Faustino Pérez ocurriera un «embotellamiento» en la morgue el pasado fin de semana porque demoraron en traer los ataúdes, ya que las personas que los forran también estaban enfermas? ¿Es habitual que fallezcan tantas personas un fin de semana?

No culpen del desastre al cambio climático y a nuestra condición de país tropical; la insalubridad pública es notoria, y si bien constituye una crisis total y nacional, en una provincia bajo condiciones de epidemia es un factor agravante.

Es falso que hayan fumigado en las áreas correspondientes al policlínico de Milanés, que incluye amplios barrios de la ciudad y es una de las que más casos tiene actualmente.

Es falso que hayan reforzado los consultorios: por ejemplo, en el enorme reparto en que vivo no hay médicos suficientes, y a algunos de ellos los enviaron a apoyar el desastre del Pediátrico. Eso es así en muchos lugares. Lo que están haciendo es repartir entre los pocos médicos que quedan una población enorme. Luego no se quejen cuando, agotados, enfermos y desesperados, decidan pedir la baja.

Y, por favor, no hablen más de «compleja situación» ni de «brotes». Esto se llama EPIDEMIA. Pidan refuerzos, declaren emergencia, asuman su responsabilidad.

P.D.: El ministro intentó sonar tranquilo, pero orientó a la visita ministerial de Salud que permaneciera más tiempo del previsto.

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