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Barcelona.- El Barcelona vive horas de máxima tensión financiera. Este periodo ocurre mientras espera que LaLiga valide dos aspectos clave para poder inscribir a sus nuevos fichajes: el informe médico de Ter Stegen, que confirmaría su baja por más de cuatro meses, y la aprobación de los palcos VIP del Camp Nou. Esto permitiría al club volver a la regla 1:1 de gastos.
El club blaugrana necesita que LaLiga certifique la lesión de larga duración de su portero alemán para liberar parte de su salario. Además, inscribirían a Joan García, el sustituto inmediato llegado del Espanyol.
Paralelamente, la validación de los palcos VIP del estadio —cuyos ingresos aún no han sido contabilizados— es esencial para equilibrar sus cuentas. Este paso facilitaría más inscripciones.
En una reunión urgente de la Junta Directiva celebrada este martes, el presidente Joan Laporta ha pedido a sus directivos que avalen 7 millones de euros. Este aval cubriría un desfase en el fair play financiero.
El exceso proviene principalmente de los sueldos de las secciones deportivas y el fútbol femenino, que también computan en el límite salarial.
Si los directivos rechazan el aval, el club tendría que buscar alternativas de último minuto, como recortes en otras áreas o ventas de jugadores. La situación es crítica: sin estas medidas, el Barcelona no podría inscribir a sus refuerzos, incluidos a Marcus Rashford, entre otros.
Según Mundo Deportivo, el club no descarta solicitar un segundo aval hacia el final del mercado para asegurar todas las inscripciones. Sin embargo, esta opción se contempla solo como «plan B», ya que la prioridad inmediata es resolver lo de Ter Stegen y los palcos.
El Barcelona confía en que LaLiga responda esta semana sobre ambos asuntos. Mientras, el equipo de Hansi Flick podría debutar en Liga con varios fichajes aún no registrados, un escenario que repetiría los problemas de temporadas anteriores.