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La Autopista de 5000 kilómetros

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Hay un camino que atraviesa todo un país, desde el Pacífico hasta el Atlántico. Se llama Ruta 50, pero quienes la han recorrido la conocen con otro nombre: la carretera más solitaria de América.

Comienza en Sacramento, California, y termina casi 5.000 kilómetros después en Ocean City, Maryland. Es una autopista de contrastes: desiertos áridos, montañas escarpadas, llanuras infinitas y ciudades que guardan siglos de historia.

En Nevada, el silencio del desierto te envuelve. Es tan vasta la nada que Time la llamó en 1997 “la más solitaria del país”. Pero esa soledad tiene una belleza brutal: paisajes sin interrupciones, donde el horizonte parece nunca acabar.

Más al este, la ruta se transforma. Pasa por los parques nacionales de Utah y Colorado, serpentea entre las Rocosas, cruza pueblos fantasmas y luego pequeños pueblos agrícolas de Kansas y Misuri, donde cada estación cambia el color del campo.

Finalmente, en el tramo final, surca los Apalaches y se acerca a la historia viva de la nación: Washington D. C., los monumentos, la memoria. Y termina en el océano Atlántico, como si el país exhalara en su último suspiro.

No es solo una carretera. Es un retrato extendido de lo que fue y sigue siendo Estados Unidos: diverso, solitario, grandioso, olvidado, cambiante. Un viaje por la Ruta 50 es, en el fondo, un viaje por el corazón del tiempo. (Tomado de Datos Históricos)

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