Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Comparte esta noticia

Por Manuel Viera ()

La Habana. — Cualquiera que haya leído un poco sobre teoría del Estado podría discrepar sobre la existencia de un Estado en Cuba. En lo personal, discrepo.

Tampoco entiendo por qué al órgano del Ministerio del Interior le llaman Seguridad del Estado, cuando claramente tendría que llamarse Seguridad del Gobierno.

Y sí, los que hemos leído un poco sabemos muy bien que el Estado y el gobierno no son la misma cosa. En Cuba se protege claramente al gobierno, que ostenta desde su postura el poder político. El objetivo es su permanencia, su prórroga. Su función es proteger al gobierno, que, además, se ha apoderado del resto de los poderes sin separación alguna.

Si se protegiera verdaderamente al Estado —al Estado orgánico y funcional, ese que garantiza su funcionamiento y control desde poderes independientes—, entonces no se podría estar de acuerdo con el gobierno que lo absorbe, lo totaliza, lo desmonta.

Proteger al Estado es garantizar su funcionamiento, su restauración y su existencia. Es protegerlo de agresiones externas, pero también de agresiones internas.

A ver, preguntémonos (seguramente estudiamos): ¿a quién defiendes realmente, al Estado o al gobierno?

Deja un comentario