Islamabad.- Las fuerzas de seguridad de Pakistán lanzaron el miércoles una operación a gran escala para rescatar a un tren capturado por militantes separatistas de Baluchistán con más de 450 pasajeros, de los que 190 fueron liberados.
Los asaltantes hicieron saltar por los aires una sección de la vía férrea y tomaron el tren el martes por la noche en Baluchistán, una empobrecida provincia rica en petróleo y minerales en el sudoeste del país donde proliferan los ataques separatistas.
Según un primer balance provisional, tres personas, incluido el conductor del tren, fallecieron durante el asalto en el remoto distrito montañoso de Sibi.
Un oficial de seguridad anunció a la AFP «una operación a gran escala» para liberar el resto de rehenes.
«Hasta ahora, 190 pasajeros han sido rescatados y 30 terroristas han muerto. Debido a la presencia de mujeres y niños con atacantes suicidas, se está procediendo con extrema cautela», declaró la fuente de seguridad.
«Esta operación continúa para eliminar a los militantes restantes», dijo.
El asalto fue reivindicado por el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), principal grupo separatista de esta provincia que hace frontera con Afganistán e Irán.
Muhamad Kashif, alto funcionario de los ferrocarriles del gobierno, dijo a la AFP que «más de 450 pasajeros a bordo» habían sido tomados como rehenes. Algunos de los que pudieron escapar el martes explicaron que tuvieron que andar durante horas por un terreno montañoso para ponerse a salvo.
«No encuentro las palabras para describir cómo conseguimos escapar. Fue aterrador», relató a la AFP Muhamad Bilal, que viajaba con su madre en el tren de Jafar Express.
Un paramédico y un funcionario ferroviario dijeron que el conductor del tren, un oficial de policía y un soldado fueron asesinados en el asalto.
Unos ochenta rehenes liberados fueron llevados a la capital provincial, Quetta, bajo una «estrecha seguridad», dijo un policía bajo anonimato porque no podía hablar con medios.
El tren había salido precisamente de Quetta a las 09H00 rumbo a Peshawar, en un viaje que iba a durar más de 30 horas.
El asalto ocurrió unas cuatro horas después. Las fuerzas de seguridad luchan desde hace décadas contra los insurgentes de esta provincia.
Los grupos rebeldes acusan a las autoridades de dejar que los extranjeros exploten sus recursos naturales sin que esto beneficie a la población. (AFP)