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EL ARROZ EN CUBA

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Por D. Jácome (Cuba en la memoria)

El arroz llegó a nuestra Isla en 1492, junto a Cristóbal Colón en su primer viaje. Está documentado que, en ese primer recorrido, los conquistadores ya lo traían en sus provisiones como uno de sus productos básicos de alimentación. Supuso que fuera un largo trayecto y cargó provisiones para quince meses y agua para seis, sin embargo, el viaje se realizó en tres meses. ¿Repartiría donaciones entre los “indios”?

También sabemos que las semillas de arroz para siembra, llegarían a América en 1493, en su segundo viaje, al igual que otros productos no existentes en el continente, pues esta expedición de conquista, estaba compuesta por 16 barcos y más de 1500 personas entre marineros, pasajeros y otros.

Intentos aparte, el cultivo de arroz no comenzaría en Cuba hasta a mediados del siglo XIX, y para inicios del siglo XX lograba la producción nacional arrocera satisfacer la mayor parte del consumo nacional, por primera y única vez en nuestra historia. No obstante, en 1945 el arroz se cultivaba en el 18% de las fincas en Cuba, aunque solo se utilizaba en ese cultivo el 3% del área cultivada.

A finales de esa década del siglo XX, la recién creada institución Banco de Fomento Agrícola e Industrial (BANFAIC) comenzó a ofrecer créditos a los productores de arroz y nuevas provincias se incorporaron a su cosecha: Pinar del Rio llegó a producir el 31%; Camagüey el 21% y Oriente el 33%.

En los años cincuenta creció la producción, al entrar algunas fincas grandes con moderna tecnología. En 1955 el Gobierno constituye la “Administración de Estabilización del Arroz”, con poderes para recomendar cuotas, establecer precios mínimos y accionar en operaciones, evitando las fluctuaciones indeseables de los precios internos. En 1953 el arroz nacional ya satisfacía la tercera parte de la demanda, pero… no obstante, ese año se dedicaron 60 millones de dólares a las importaciones de arroz.

Encuentro en la revista cubana “El agricultor práctico”, Año V, Número 1, 15 Julio de 1914, un artículo que manifiesta la preocupación que sobre este producto se tenía en nuestro país:

…El arroz de Secano cada día amplia más sus campos de cultivo la Granja Escuela de Oriente “Carlos M. de Céspedes”, establecida en el pintoresco e histórico San Juan. Allí se han cultivado de arroz ocho parcelas de terreno con las siguientes variedades…

Se menciona el Arroz negro del Japón, el Piamonte, variedad francesa, el Egipto Yamani, el Seco de montaña, el Egipto sultana, el monte variedad Bertone, el Egipto fino y el Arroz Piamonte, variedad Lencino. Y para que este ensayo sirviera de estímulo a nuestros campesinos y estimular la producción nacional de éste y otros productos, publican la siguiente nota:

“No más arroz, ni frijoles, ni tomates extranjeros, ya que nuestra pródiga tierra los da. Elevemos nuestro orgullo nacional hasta hacer bueno; hasta convertir en una realidad hermosa la sentimental y patriótica décima de nuestro dulce bardo “El Cucalambé” que creía que:
Cuba no debe favores
a ninguna extraña tierra;
en Cuba todo se encierra;
Cuba es un jardín de flores».

«Mientras nos conformemos con cantar esa décima a la par que comemos Congrí con arroz de la India, frijoles colorados de Pensilvania, manteca de Chicago, y con tomates de Italia, será un embustero el inmortal poeta y nosotros unos patriotas de boquilla, sin ideales de grandeza».

«Porque, así como el movimiento se prueba andando, el patriotismo se prueba libertando a la patria de la peligrosa tutela económica extranjera haciendo producir su suelo”.

(De la publicación de este artículo han pasado 100 años…)

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