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Por Yoyo Malagón ()
Madrid.- El fútbol tiene miedo a quedarse detrás y en unas horas, este sábado, se reunirá la International Board (IBAF), el organismo que establece sus reglas, para analizar, debatir y aprobar nuevas reglas, alguna de ellas relacionada con el videoarbitraje, más conocido como el VAR.
Es momento de cambios, dicen desde la cúpula del más universal, y sobre la mesa está lo del VAR y también la Ley Wenger, en honor a Arsene Wenger, el extécnico del Arsenal, que puede modificar definitivamente los fuera de juego, con ventaja para el que ataca.
Al parecer, las modificaciones no quedarán ahí, porque, entre otras cosas, la reunión de la IBAF tratará el tema de las pérdidas de tiempo y la posibilidad de que los árbitros expliquen sus decisiones sobre el terreno de juego.
Lo de los cambios no es nuevo. La IBAF da sus retoques a las reglas cada año, por lo que nadie debería asombrarse, pero hay que esperar a las votaciones para ver qué se decide de manera definitiva de los cuatro puntos que están sobre la mesa de análisis.
Entre estos puntos está el de mantener y fortalecer la norma de que solo los capitanes podrán hablar con los árbitros sobre acciones polémicas durante los partidos, el procedimiento del balón a tierra, el de balón en juego y el anuncio de las decisiones tras una intervención del VAR. Esta última medida ya se ha visto en algunas grandes competiciones y se ha planteado implantar en España y otras ligas de Europa a partir de la próxima temporada para rebajar la tensión que existe con los árbitros.
De aprobarse esta regla, los árbitros tendrán que explicar su decisión por megafonía una vez hayan acudido al monitor a revisar una jugada tras el aviso del VAR.
Lo más trascendental, sin embargo, es la Ley Wenger, que cambia el concepto del fuera de juego. Es una propuesta que se lleva debatiendo un par de años en el seno de la IFAB, y establece sancionar posición adelantada de un atacante siempre y cuando su figura esté totalmente por delante del último defensor (sin contar el portero). No vale como ahora que solo exista un punto del cuerpo con el que se pueda marcar gol que esté por delante.
El nuevo VAR, más barato y menos complejo, tiene el objetivo de que se pueda utilizar, aunque sea de manera más minimalista, en competiciones con menos poder económico.
Por ejemplo, en España se baraja que esta tecnología sea la que se implante en la Liga F. Este VAR no cuenta con una sala VOR y árbitros asistentes que estén revisando todas las jugadas del partido. En este caso, son los entrenadores los que tienen la capacidad de pedir en dos ocasiones revisar posibles errores arbitrales. Una medida que también se ha pedido implantar para el VAR que se utiliza en las grandes competiciones.
También se continuará la cruzada contra las pérdidas de tiempo, sobre todo en lo relativo a los porteros, quienes suelen retener el balón más de seis segundos.
“Los guardametas retienen el balón durante más de seis segundos para perder tiempo, retrasar la puesta en juego de la pelota y reducir el riesgo de que su equipo pierda la posesión. Por lo tanto, perder la posesión cuando se produce una infracción es un potente factor disuasorio”, señala IFAB.
A partir de esto, se decidió poner a prueba un nuevo modus operandi en el fútbol base que podría ser trasladado al profesional, que consiste en aumentar el límite hasta los ocho segundos y variar el castigo a un córner o un saque de banda. Además, el árbitro deberá hacer una cuenta regresiva con los dedos en alto. Una posible modificación en la norma que puede cambiar mucho el fútbol, al igual que la Ley Wenger.