Ginebra.- Los civiles que viven en zonas próximas a la línea de frente en la guerra de Ucrania, muchos de ellos obligados a volver tras agotar sus ahorros y endeudarse, necesitan cada vez más ayuda humanitaria, y la paralización de la asistencia estadounidense podría empeorar la situación, advierte este jueves la ONG Consejo Noruego de Refugiados (NRC).
La ONG con sede en Ginebra indica en un informe publicado en vísperas del tercer aniversario del conflicto que el porcentaje de civiles en esas zonas que necesitan ayuda alimentaria ha aumentado del 44 al 70 por ciento entre septiembre de 2024 y el comienzo de 2025, mientras que el de personas necesitadas de asistencia para disponer de medicinas subió del 57 al 69 por ciento.
Casi el 40 por ciento de los desplazados internos en Ucrania afirman que han agotado casi todos sus ahorros y están endeudándose, por lo que para muchos de ellos la única opción es regresar a sus hogares, incluso si éstos se sitúan en zonas de riesgo.
Este 40 por ciento calculado por NRC tiene cantidades ahorradas menores de 120 dólares y al mismo tiempo acumulan deudas en algunos casos de hasta 12.000 dólares.
‘Después de tres años, la situación en las zonas más afectadas por la guerra es peor que nunca, con cada vez más gente sufriendo para conseguir alimentos y medicamentos para sus familias’, analizó Marit Glad, directora en Ucrania de NRC, organización que trabaja en el país desde 2014.
Según la ONG, dirigida por el excoordinador humanitario de la ONU Jan Egeland, las zonas civiles próximas al frente ven limitado el acceso de ayuda humanitaria por los constantes bombardeos y ataques.
Naciones Unidas calcula que alrededor de la mitad de las personas que viven en zonas próximas al frente son de la tercera edad. (EFE)