Por Edi Libedinsky ()
Buenos Aires.- En el poema épico de Homero, La Odisea, uno de los muchos desafíos a los que se enfrentó Odiseo en su viaje de regreso a Ítaca después de la Guerra de Troya fue cómo navegar con seguridad entre Escila y Caribdis, dos monstruos aterradores que vivían a ambos lados de un estrecho angosto.
Escila era una bestia devoradora de hombres con seis cabezas en cuellos largos como serpientes y Caribdis tragaba y eructaba regularmente enormes cantidades de agua de mar, creando un remolino mortal e infranqueable que se tragaba los barcos.
Los marineros no podían evitar a uno de los monstruos sin entrar en el alcance del otro. En el cuento de Homero (alerta de spoiler) la diosa Circe aconseja a Odiseo sobre cómo atravesar el estrecho, aunque a costa de las vidas de seis de sus marineros.
Parece que el origen de la leyenda son dos peligros reales para la navegación a ambos lados del estrecho de Mesina, entre Sicilia y la península itálica. De todos modos, la expresión “entre Escila y Caribdis” hace mucho que entró en el léxico, con el significado de “estar atrapado entre dos alternativas igualmente poco atractivas, algo así como “entre la espada y la pared”.
Algunos de ustedes pueden recordarla en la letra de una canción pop de principios de los años 80, cuyo compositor era profesor antes de convertirse en estrella del rock. (Se refiere a Sting, y su banda The Police)
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