La Habana.- La marcha convocada por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel para el venidero 20 de diciembre, es un chantaje al pueblo, que apenas tiene tiempo para colas y rastrear los escasos alimentos que puede encontrar, en medio de la mayor crisis de la historia del país.
El jefe de Estado, impuesto por Raúl Castro en 2018, admitió en el recién finalizado pleno del partido comunista, que la situación económica es muy dura, pero aseguró que su gobierno no descansa en la búsqueda de soluciones, aunque estas no se vean por ninguna parte.
Y para intentar demostrarle al mundo que el castrismo cuenta con respaldo, convocó una marcha nacional para el 20 de diciembre, una fecha muy poco habitual, porque el régimen utiliza otros momentos para estos alardes de respaldo, a los que acude el grupo que lo apoya y los que acuden porque no tienen más remedio y que cada vez son menos.
«El 20 de diciembre habrá marcha y acudirán los mismos serviles de siempre», comentó un profesor de la Universidad de La Habana, que prefiere el anonimato por miedo a las represalias. «Incluso, hasta a mí me presionarán para que vaya, pero no lo haré», dijo.
El profesor cree que «acudirán militares, con uniforme y de civil, la mayoría de los que trabajan en los ministerios y tienen prebendas, lo mismo que los trabajadores del turismo y hasta representantes de las mipymes, que prefieren que los dejen tranquilos para continuar con su vida y haciendo dinero».
«A esos los chantajearán. A los estudiantes de mi facultad les dirán que ‘tienen’ que ir, porque si no lo hacen corren el riesgo de no graduarse, y a los profesores que pueden perder las plazas, como han hecho siempre, más en los últimos años», insistió.
Sin embargo, declinó comentar las declaraciones de Miguel Díaz-Canel referentes a la situación actual del país, sobre la que dijo, según Granma, que «transitamos por un momento muy duro, prácticamente vivimos al día. Son muchas las quejas del pueblo, justas (…). Luego, están los arduos ejercicios diarios para decidir dónde poner las limitadísimas divisas de las que disponemos en temas que constituyen prioridades’.
El profesor solo se limitó a encogerse de hombros, como el que no cree mucho lo que se dice, mientras se pasa la mano por el abdomen, en franca referencia a la panza que tienen algunos, y luego sonríe.
Cuba vive un caos total. En la isla no hay nada de lo elemental para la vida: alimentos, medicinas, combustible, electricidad, transporte, sin embargo las fuerzas represivas arrecian cada vez más su actuación, preocupados sobre todo por los críticos del régimen, mientras la violencia se ha disparado.
Díaz-Canel también dijo que los duros momentos que ha vivido el pueblo en los últimos tiempos le ha servido a su gobierno para aprender, aunque no queda claro para qué porque todo ha ido a peor.
En La Habana, por ejemplo, las colas para combustible en los últimos días alcanzaban hasta kilómetros, en medio del desespero habitual de la población, que veía cómo solo los dirigentes tenían derecho a comprar gasolina, por ejemplo.
De cualquier manera, mucha gente se cuestiona el objetivo de la marcha convocada por el impuesto presidente y esperan que la asistencia sea la menor de toda la historia.