Por Jorge Sotero ()
La Habana.- La gente que vive en los campos de Cuba, que son todos los de allende la capital, están sufriendo largos y repetidos apagones, pero en La Habana apenas falta el fluido eléctrico por el día y jamás se va en las noches. ¿Quieres saber las causas?
Si le preguntas a un funcionario del gobierno, incluido al designado presidente, te dirá que en la capital está la mayoría de los hospitales importantes, los centros de investigación, los ministerios, las sedes diplomáticas de más de un centenar de países y no sé cuántas cosas más.
No te dirá que en la ciudad viven todos los dirigentes, incluyendo la totalidad de los ministros y el 95 por ciento de los generales y altos oficiales de las Fuerzas Armadas, los cuales no conocen de apagones, averías y esas cosas que sufren los cubanos de a pie.
En La Habana viven también los dinosaurios del castrismo. Todos, incluso Raúl Castro, cuando no está en su palacete de Santiago de Cuba, y a esos no se les puede cortar la corriente. Una vez, luego de un huracán, el ya fallecido José Ramón Fernández, alias El Gallego, llamó a la Empresa Eléctrica y obligó a que lo priorizaran, porque él no tenía electricidad.
Además, en La Habana viven los hijos de los Castro, y sus nietos, los mismos que controlan restaurantes, discotecas y bares, que tienen que funcionar todo el tiempo para que sus fortunas, ya cuantiosas, sigan creciendo.
Esas son causas por las cuales los que vivimos en la capital cubana no sufrimos los apagones. Son causas, pero no todas. La razón principal es otra, y mucho más importante que hospitales, centros de investigación, embajadas, generales y dinosaurios de la revolución.
El principal motivo por el cual no hay apagones en La Habana es el miedo, el temor del castrismo a que el pueblo, agobiado, se lance a las calles y los expulse del poder. Los otros condicionantes son secundarios -y no menos importantes, insisto- pero el principal es el temor, porque ellos saben que una revuelta en la capital se les puede ir de la mano. No es lo mismo controlar Nuevitas o Caimanera que La Habana.
Así que si le dicen que no quitan la corriente en La Habana por cualquier motivo, no les hagan mucho caso. La verdadera razón es el miedo. No hay otra.