Por Juan Carlos Reyes (Nostalgia Cuba)
La Habana.- Otro de los buenos boxeadores que dió el boxeo profesional cubano fue Gerardo Ramos Ponciano Valdés, más conocido como El Niño Valdés, un boxeador muy mediático en la Cuba de los 50’s.
Con un físico impresionable, más de seis pies de estatura, se convirtió en un icono, sobre todo para los niños, quienes querían ser como el emblemático boxeador.
El niño Valdés dominó rápidamente el panorama boxístico en la Isla y comenzó a pelear internacionalmente, donde fue seleccionado por la revista The Ring como el boxeador de mayor progreso en su época.
Durante su carrera tuvo altas y bajas, pero se enfrentó a los mejores de su peso. La fama alcanzada por Valdés se debe en gran medida a los comerciales que realizó para la televisión de la época, donde anunciaba leche, trajes y hasta el famoso bistec de riñonada que se hizo famoso en la isla.
El pugil también trascendió en la cultura antillana a través del conocido declamador Luis Carbonell, quien lo menciona en una de sus obras. En su carrera obtuvo récord de 48 victorias, 36 de ellas por knockouts, tres empates y 18 derrotas.
Valdés era un asiduo a Kuquine, la finca de Batista con quien tenía amistad.
El campeón cubano murió en el año 2001 en la ciudad de New York ,solo y en la ruina.
A diferencia de Kid Chocolate, su carrera nunca ha sido reconocida por el nuevo movimiento deportivo cubano, que fue implantado después de 1959, donde muchas figuras del deporte profesional cubano nunca se le han reconocido sus hazañas deportivas.