LOS GOBIERNOS CUBANOS, RESPONSABILIDADES Y CULPAS

Por Mkc Cerralvo ()

Santa Clara.- Si alguien tiene el poder de un país, y hace las cosas que le da la gana, cuando le dé la gana y como le dé la gana, sin oposición, sin quien le cuestione ni le prohíba nada, entonces esa persona es el máximo responsable del destino de ese país, en lo social, en lo político, en lo económico y sobre todo en la prosperidad, el desarrollo y la calidad de vida de sus habitantes, que debe ser, por mucho, la máxima razón de un líder.

El problema es que las decisiones tomadas pueden ser engañosas, porque tratando de hacer un bien, o lo que se crea “correcto”, se puede dejar de hacer otras cosas que aparentemente no son tan importantes, pero son la base de la infraestructura económica y de desarrollo del país.

Cualquier dirigente puede tomar los fondos del país, e incluso pedir préstamos para hacer escuelas, hospitales, obras sociales y cuanta cosa se le ocurra por el supuesto bien de la comunidad, del pueblo y de, sobre todo, “quedar bien” como líder.

Esto realmente es muy fácil, y la pregunta sería: ¿Por qué otros líderes del mundo no lo hacen…?

Supongo que la economía de un país funcione parecida a la de una casa. Y si yo, “padre de familia,” cojo todos los ahorros, incluso le pido prestado al vecino y utilizo el dinero para pintar la casa, comprar un televisor a cada cuarto, poner un jacuzzy en el baño, y aire acondicionado en todas partes, de seguro mi familia se pondrá super contenta y me alabarán.

Pero cuando pase el tiempo y comience a faltar la comida, cuando no podamos pagar la electricidad y sea necesario darle mantenimiento a los aires acondicionados y demás, ya no haya dinero… o no se reparó la máquina de coser de la abuela, que ella se ganaba su dinerito, ni se compraron nuevas herramientas he insumos al tío que repara equipos, ni se le arregló el horno a la mamá, que hace dulces para vender… entonces tampoco hay de dónde sacar el dinero.

Complicado no es que se gastaron los ahorros, lo peor es que, además, hay deuda con el vecino.

Por eso pienso que, en un país, puede existir alguien con deseos de hacer muchas cosas “buenas” aparentemente, pero debe ser aprobado por otro grupo de personas que tiene la obligación de ver las posibles consecuencias y decidir cuál se hace, cuál se prioriza, cuál se pospone, y cuál, simplemente, es una locura. Y decir “¡Noo!

Pero si tú eres libre de gobernar como te da la gana, y este grupo de personas que te lo puede impedir no existe, entonces eres máximo responsable de tus actos y de lo que le ocurra a tu país.

La historia no ha enseñado mucho, y muchos agradecen escuelas, obras sociales y mil cosas más que se hicieron, cuando no tenemos carreteras, autopistas, termoeléctricas, centrales, ferrocarril, agricultura, industria, y miles de cosas tan necesarias para nuestro desarrollo. Incluso, muchas de esas mismas obras que se hicieron se vienen abajo, y lo peor es que le debemos a medio mundo.

No creo que la culpa de todo sea del gobierno del momento, que a mi juicio no coopera por arreglar las cosas. Para mí, lo esencial de nuestro estado actual, viene de mucho más atrás, de cuando el padre de familia pintó la casa, compró un televisor a cada cuarto, puso un jacuzzy en el baño, y aire acondicionado en todas partes. En esa época la familia, supongo, fue muy feliz. Pero muchos no se imaginaban lo que traería como consecuencia.