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BATISTA Y EL 10 DE MARZO

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Por Esteban Fernández Roig
Miami.- Al final de la jornada lo peor que hizo Fulgencio Batista fue convertirse en la mejor excusa para justificar la llegada al poder de Fidel Castro Ruz.
Por lo tanto – según yo- los dos errores garrafales cometidos por Fulgencio Batista fueron:  1- El nefasto golpe de estado del 10 de Marzo del 52…
2- No arrancarles las cabezas a Fidel y Raúl Castro a finales de Julio del 53. Y, de paso, no haberle dado cadena perpetua al resto de los atacantes al Moncada. ¡SIN AMNISTÍA!
El 10 de Marzo Fulgencio Batista y Zaldívar se montó en un caballo desbocado del cual no tenía ni la más ligera idea de como detenerlo ni como domesticarlo, y bajarse del corcel (al fin se tiró y salió volando) representaba una traición a quienes lo habían escogido.
No contaba con la contingencia (ni nadie en Cuba) de que le iba a salir al paso un MONSTRUO.
¿Cómo iba a imaginarlo si la hiena en ese momento no era más que un vago, un picador profesional, un cochino apodado “Bola de Churre” casado con la hermana de un íntimo colaborador de él?
El engendro de Birán se la pone en china y lo obliga a carabina a una guerra para la cual no estaba preparado mentalmente, ni quería estarlo.
Él lo que quería era jugar «canasta» con un grupo de viejas de la sociedad habanera.
A mí me da la sensación de que Batista se robó un traje que le quedaba muy grande y se metió en camisa de once varas.
Porque -según mi creencia personal- al principio no estaba seguro de querer cocinar el potaje, se quedó perplejo cuando le explotó la olla de presión, y puso pies en polvorosa cuando se quemó la cocina, mientras la casa todavía estaba intacta.
Muchos supuestos amigos (militares y civiles) lo traicionaron y se vendieron. Los norteamericanos (sobre todo el quinto piso del Departamento de Estado ) le pusieron mala cara, le negaron las armas y la ayuda necesaria para ganarle la pelea a los enemigos.
Unos consideran que fue “magnífico” otros que fue “terrible”… Unos siguen creyendo que ¡Batista es el hombre! Y otros que odian más a Batista que a Castro. Yo difiero de ambas apreciaciones.
En realidad solo opino que el genocida que vino después lo dejó chiquitico.

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