CUBA: LA ISLA RODEADA DE PECES PARA LOS MAYIMBES PERO NO PARA EL PUEBLO

SUGERENCIAS DEL REDACTOR JEFECUBA: LA ISLA RODEADA DE PECES PARA LOS MAYIMBES PERO NO PARA EL PUEBLO

Por Carlos Carballido. Reporte Especial para El Vigía de Cuba.

Texas.- Una reciente encuesta de CubaData, a través de preguntas directas y mediante dispositivos celulares a cubanos dentro de la isla  reveló que el 70.8 por ciento de los entrevistados respondió que ingiere menos alimentos que nunca antes en su vida, y que hay días en que apenas prueba bocado. El 28 por ciento aseguró que se queda con hambre ¡todos los días del mes!, pues no tiene comida suficiente.

Quién haya vivido en la isla caribeña no necesita de una encuesta para confirmar la realidad que enfrenta ese pueblo, no ahora, sino desde el mismo surgimiento del triunfo de Fidel Castro. Siempre hablan de un culpable externo como el Bloqueo. Jamás reconocerán que si bien este diferendo con EE.UU afecta, la realidad es que la hambruna sistémica se debe a una ineficiente gestión económica, con absoluta intervención estatal, elaboración de planes económicos sin base real ni previsiones y, lo más importante, la negativa de flexibilizar la gestión individual y eliminar las estrictas restricciones que impiden a los cubanos de a pie la iniciativa privada.

Una isla como Cuba tiene todas las condiciones naturales, al menos para desarrollar el comercio privado pequeño y mediano para abastecer a los lugareños de alimentos alternativos, incluido el pescado y los mariscos en general. En este último aspecto, el colmo está en que siendo un terrotrio pequeño, rodeado de mar de distintas profundidades, los cubanos están totalmente invalidados de acceder a esos productos, destinados solo al turismo y… a la mesa de dirigentes políticos. 

Un informe de Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) encontró que las restricciones que enfrentan los pescadores cubanos incluyen complicaciones para obtener licencias, solo pueden pescar los fines de semana y no se les permite capturar langostas y otras determinadas especies de peces.

La crisis de hambre que enfrenta la población cubana sería menos grave si la represión del gobierno no afectara el comercio pesquero. Los pescadores en Cuba se ven obligados a navegar por interminables reglas y regulaciones para llevar suficiente comida a sus familias. El incumplimiento de las normas puede dar lugar a sanciones, que van desde una multa hasta una pena de prisión de varios años.

El gobierno justifica que estas restricciones son más bien destinadas a proteger la fauna marina, como la langosta, ya que se puede ver afectada por la pesca indiscriminada de la especie.

Lo que no dice el régimen es que ese planteamiento es tan falso como un dolar de madera. Una isla caribeña como República Dominicana, por ejemplo, produce menos langosta que Cuba (unas 20 mil toneladas anuales según la FAO) , pero los dominicanos ingieren unas tres mil libras diarias a partir del levantamiento de la veda, mientras que en los establecimientos turísticos este plato está siempre disponible y jamás se ha visto afectado.

Las restricciones que enfrentan los pescadores cubanos incluyen complicaciones de todo tipo para obtener licencias, solo pueden pescar los fines de semana y no se les permite pescar langostas y otras determinadas especies de peces. Además, los pescadores sólo pueden capturar 15 kilos de pescado y está prohibido el uso de redes. La primera infracción a estas normas cuesta 10 mil pesos e implica la confiscación del equipo de pesca. La segunda vez resulta en un caso penal.

Estas restricciones han obligado a muchos pescadores a pescar en secreto.

“Salimos en barcos destartalados, evitamos a la policía y tratamos de atrapar lo que podemos. Vale la pena correr el riesgo”, dice uno de los pescadores clandestinos. “Las restricciones son demasiado grandes para que cualquier miembro de la comunidad pesquera pueda ganarse la vida”.

El Ministerio de Comercio siempre anuncia en la televisión pública sus justificaciones para estas acciones, diciendo que el motivo de tantas restricciones era preservar la población de peces. Jorge Luis Tapia Fonseca, el Viceprimer Ministro, sugirió que la gente podría criar peces en el país (una idea propuesta por Castro en los años 90) construyendo peceras en sus patios. El propio presidente, Manuel Díaz-Canel, incluso emitió un comunicado diciendo que simplemente no había suficiente pescado para todos.

La verdad no es que haya suficiente pescado, sino que el gobierno cubano quiere mantener a todos bajo control en todos los aspectos de sus vidas. La pesca libre implica un nivel de independencia personal, algo que el gobierno no permite que tengan sus ciudadanos. Cuba ha dependido de la pesca para su alimentación y comercio durante cientos de años, y el gobierno haría bien en recordar que Cuba es una isla rodeada de agua con peces. Peces que si se respetan los periodos de veda para cada especie, los cubanos tendrian una magnifica opción para contrarrestar la hambruna sistémica. Pero al parecer este privilegio solo está destinado a los turistas y, por supuesto, en las mesas de dirigentes y militares.

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