CUBA ES UNA DICTADURA, NO UNA DEMOCRACIA DISTINTA A LA CHILENA

Por Redacción Nacional

La Habana.- Jeannette Jara, candidata a presidenta en Chile por el Partido Comunista ha generado controversia al decir que en Cuba existe una forma de democracia distinta a la chilena. Estas declaraciones no solo evidencian una preocupante falta de comprensión sobre los principios democráticos universales. Sino que también relativizan las violaciones a los derechos humanos y las libertades fundamentales que han caracterizado al régimen cubano durante más de seis décadas.​

Al parecer, Jara visualiza otra Cuba muy diferente al desastre castrista imperante hace más de medio siglo. Un país donde el Partido Comunista es la única entidad política permitida, y cualquier forma de oposición es sistemáticamente reprimida, no puede tener una democracia.

Las elecciones, lejos de ser libres y competitivas, son procesos controlados donde los ciudadanos no tienen la posibilidad de elegir entre diferentes proyectos políticos.

Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado extensamente casos de detenciones arbitrarias, censura y persecución a disidentes en la isla. Calificar este sistema como una «democracia diferente» es, en el mejor de los casos, una grave distorsión de la realidad.​

Contradicciones en el discurso de Jara

Resulta paradójico que la candidata, quien ha manifestado su compromiso con la justicia social y la cohesión en Chile, minimice la falta de libertades en Cuba. En una entrevista con El País en noviembre de 2022, Jara afirmó que «Chile tiene dolores que deben recomponerse con mayor justicia y cohesión social». Sin embargo, al relativizar la ausencia de democracia en Cuba, pone en entredicho su compromiso con los valores democráticos. Estos permiten precisamente esa justicia y cohesión que ella promueve.​

Las declaraciones de Jara han generado tensiones dentro del oficialismo. La ministra ha sido cuestionada por su postura respecto a regímenes autoritarios. Esta situación ha llevado a debates sobre la coherencia del Partido Comunista en materia de derechos humanos.

Estas tensiones se suman a las críticas previas que ha enfrentado el PC. En particular, por sus vínculos con partidos comunistas de otros países, como el convenio firmado con el Partido Comunista Cubano en mayo de 2024 .​

La importancia de una postura clara en política internacional

Chile ha sido históricamente un país que valora la democracia y los derechos humanos. Es esencial que quienes aspiran a liderar la nación mantengan una postura coherente y firme en defensa de estos principios. Esto es necesario tanto a nivel nacional como internacional.

Relativizar o justificar sistemas autoritarios bajo el argumento de que representan «democracias diferentes» no solo es irresponsable. También envía un mensaje equivocado sobre el compromiso de Chile con los valores democráticos universales.​

Las declaraciones de Jeannette Jara sobre la supuesta democracia en Cuba son preocupantes. Por ello, merecen un análisis crítico. En momentos donde la democracia enfrenta desafíos en diversas partes del mundo, es imperativo que los líderes políticos chilenos defiendan sin ambigüedades los valores de libertad, justicia y derechos humanos.

La democracia no admite adjetivos ni relativizaciones; es un sistema basado en principios universales que deben ser respetados y promovidos sin concesiones.