BECARIOS DE UNIVERSIDAD DE ORIENTE SIGUEN SIN AGUA

Santiago de Cuba.- Los problemas con el agua potable afectan a los becarios de las mayorías de los centros docentes del país, pero son principalmente duro en dos ciudades: La Habana y Santiago de Cuba.

En la beca de la Universidad de oriente, en Santiago de Cuba, los estudiantes pasan las de Caín con el referido líquido, y habitualmente tienen que subir 10 pisos con cubos en las manos, sin que los que dirigen el referido centro puedan hacer nada, o se les ocurra hacer algo.

En la página del influencer Yosmani Mayeta Labrada, se recogen denuncias de los estudiantes, uno de los cuales dice: «Le escribo para que vea las pésimas condiciones en las que estamos los estudiantes del Ispjam en Santiago de Cuba. Entramos hoy lunes a la beca y como ya es costumbre no había agua en los edificios, solo hay dos tanques con agua”.

También agrega que “las hembras están becadas en un edificio de doce plantas y para poder cargar agua tienen que subir con los cubos llenos por las escaleras, porque los tres ascensores rara vez funcionan, y para más desgracia, mire el color del agua, esa es el agua que tenemos que tomarnos y con la que nos tenemos que bañar».

Según la referida página, “la estudiante, que pidió anonimato para no perder su carrera universitaria, expresó que la rectora conoce la problemática y ‘solo dice que nadie le da respuesta de esa situación, que no nos preocupemos que nos van a poner el agua, pero todavía nada, esta es la hora que no la han puesto y eso es prácticamente todas las semanas’».

Las quejas en el referido centro son habituales, pero que no vaya a pensar nadie que son exclusivas de Santiago de Cuba. Si tiene dudas, pregunte en las becas universitarias de la capital del país, sobre todo en F y 3ra o 12 y Malecón. O en las de Alamar.

Estudiar en Cuba, en cualquier nivel, es una odisea, pero hacerlo en las universidades conlleva sacrificios extras, en los cuales no piensan los de la continuidad, a cualquier nivel. Tal parece que por no cobrar por estudiar, tengan el derecho de abandonar a los educandos, de los cuales depende el futuro del país, y no de los que dirigen, o mal dirigen.