ORTEGA «REGALA» 135 PRESOS A KAMALA
Carlos Cabrera Pérez
Majadahonda.- El sátrapa Daniel Ortega Saavedra regaló 135 presos políticos a Kamala Harris para ayudarla a ganar las elecciones y engrasar una probable relación a futuro, pero dejó en evidencia a sus socios de fechoría Nicolás Maduro Moros y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, que amontonan reos en sus cárceles.
La camancola no obedece a un arrepentimiento súbito de los carceleros de Nicaragua, sino a una operación orquesta por el zurdismo mundial para intentar reforzar a Kamala Harris en su reñida competencia electoral con Donald Trump, a quien los bandidos de Río Frío presumen un adversario complicado; en lógica con el razonamiento totalitario de que los problemas nunca son propios, sino provocados por el enemigo.
Los nicaragüenses liberados fueron acogidos por Guatemala; que también habrá cobrado lo suyo, en una operación coordinada por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
El gesto del brutal binomio Ortega-Murillo es habitual en dictaduras totalitarias, que usan la liberación de presos de conciencia como monedas de cambio con Estados Unidos y Europa, cuyos políticos corren a la prensa a divulgar como algo extraordinario y mérito suyo la reparación de una injusticia inconcebible para mentes democráticas.
Pero sin pretenderlo, la calculada liberación de 135 nicaragüenses pone en aprietos a los calaboceros Maduro, que huele a muerto, y a Díaz-Canel que ha incumplido su compromiso con Washington, el Vaticano y la Unión Europea de liberar a los presos del 11J, desde la Navidad de 2022.
Maduro, además, ya tiene a resguardo a un marine yanki que estaba en un viaje personal en Venezuela, del que no ha trascendido su identidad, pero que podría convertirse en el Alan Gross de Maracaibo; aunque quizá con mejor dentista.
La Habana prefiere que gane Harris, pero si vuelve el colora’o pitcheando a la velocidad de Aroldis Chapman, la casta verde oliva y enguayaberada ofrecerá presos por salves; como ha venido haciendo la dictadura más vieja de Occidente desde el canje de prisioneros de la Brigada 2506.
Podríamos asistir al segundo error consecutivo del tardocastrismo en su relación con USA, como la estupidez de Raúl Castro de creer que ganaría Hillary Clinton; tras su apendejamiento ante el embullo Obama y el enfermo de secreto de estado. Quien no se consuela es porque no quiere, pero su incapacidad aceleró su jubilación y la instauración de Limonardo al frente del batey Resistencia creativa.
Mientras unos y otros juegan a la geopolítica, más de mil cubanos sufren en la cárceles chiquitas la vesania de sus captores; mientras sus familias son castigadas triplemente: padecer a un ser querido enjaulado, la dispersión de presos; que obliga a recorrer grandes distancia en un país sin transporte, y la escasez e inflación comunistas de alimentos, medicinas, agua y jabón.
Aún no sabemos que habrá dado la administración demócrata a la segunda dictadura más vieja de Occidente, pero Kamala sabrá apreciar el gesto del matrimonio de conveniencia nica y, si no gana, hará lobby a favor de los peores gobernantes de Hispanoamérica.
El problema lo tienen las democracias y no los bárbaros que sojuzgan a sus pueblos en nombre de la libertad, el socialismo y el progreso; tres palabras que, en boca de torturadores confesos, suenan a trompetilla.
¡Kamala, Rosario y Daniel, juntos hasta perder!