LA DESGRACIA AUMENTA…Y LOS PRECIOS TAMBIÉN
Por Oscar Durán
La Habana.- A partir de mañana aumentarán los precios del cigarro y el tabaco en la isla. Las marcas Criollos, Titanes, Aroma y Popular tendrán un costo de 30 CUP, mientras los cigarros negros con filtro Popular Auténtico se venderán a 60 pesos, los H.Upman cortos sin filtro a 50 y el tabaco nacional a 10 la unidad.
Para como están los precios en la calle, esperaba un aumento mayor por parte de estos sinvergüenzas, aunque aquí el verdadero problema está en que si no hay producción dentro del país, todo se debe importar, exista el robo, la corrupción y desvíos de recursos, todo seguirá más caro y el pueblo continuará sufriendo.
No esperen de esta gente medidas de otro tipo, alentadoras, ellos seguirán jugando con la paciencia del cubano. Anunciaron el Ordenamiento monetario para después decir que fue un fracaso. Ahora salió Manuel Marrero diciendo lo mismo de la Bancarización. La Guiteras entra y se va cada 35 segundos, los huevos están a 3 500 pesos el cartón y las yemas son blancas. ¿A quién le va a importar que suban el cigarro y el tabaco si ya estamos adaptados a todo tipo de abusos?
Quienes sí están contentos son los revendedores, esos pepillos agrícolas que le tienen la bajita cogida a la dictadura. ¿Cuánto costará una cajetilla de H.Upman o de Criollo por la calle? Todo depende de la escasez. Cuanto más perdido esté el cigarro, el precio subirá sin freno porque el castrismo no tiene materia prima para cubrir la demanda de los consumidores.
Si sacamos bien la cuenta, desde el invento del Ordenamiento o Reordenamiento -ya ni sé cómo llamarle a eso- los precios han subido considerablemente. Decía Marino Murillo que solo iban a aumentar tres veces, sin embargo, ya perdimos la cuenta de cuánto ha sido el incremento.
Tú los ve en las reuniones hablando de bajar o topar precios, pero en la calle, en la caliente, la realidad es otra cosa y son ellos mismos -los gordos de siempre- quienes suben el precio base de los productos, provocando el encarecimiento de la vida de un pueblo miseriento.
Es una detrás de otra y todo para mal. Si tú dijeras: está bien, que eleven el costo de algunas cosas y así, por lo menos, tengan presupuesto para comprar los alimentos de la canasta básica, uno se calla. Pero ni eso pueden resolver. El arroz de febrero aún no lo dan y las cuatro libras de azúcar se derramaron en el puente de Baltimore.
Y para terminar, queridos fumadores, ni sueñen con que el cigarro estará a patada en cualquier establecimiento del Estado. Bájate de esa nube. Nada, pero absolutamente nada que venga de la dictadura debemos verlo con buenos ojos. Cada día aprietan más la soga, pero seguimos aquí, esperando -como buenos esclavos- el próximo latigazo de nuestros mayorales.