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CUBA: CRISIS AGROPECUARIA (PARTE II)

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Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- La crisis agropecuaria del “periodo especial” (con “pico” previo en 1992) fue una contracción fuerte, de duración breve y con rápida recuperación de niveles del punto de partida. En contraste, en 2023, la crisis actual duraba ya 6 años, sin recuperación a la vista.

En el “período especial”, las viandas, el grupo de alimentos con mayor peso físico en el agro cubano, tuvo un fuerte decrecimiento de 33 por ciento, seguido de una rápida recuperación. En la crisis actual la caída inicial fue menos acentuada, pero luego se profundizó.

Las hortalizas, segundo grupo de alimentos por su peso físico, registró trayectorias parecidas a las de las viandas en ambas crisis, pero con una recuperación más dinámica en el “período especial” y una caída persistente en la actualidad.

Aunque la producción de arroz había decrecido desde 1990, en el marco de la crisis agropecuaria general (con “pico” en 1992) tuvo una contracción breve seguida de una notable recuperación, con caída temporal al final. En la crisis actual ha “desaparecido” el 85 por ciento de la producción nacional de arroz.

La rápida recuperación de la producción de frijoles fue uno de los “milagros” de la recuperación de la crisis agropecuaria del “período especial”, contrastando con la caída sostenida de la producción en la crisis más reciente.

La producción de maíz, importante tanto para la alimentación humana como para diversas actividades pecuarias, se recuperó rápidamente y de manera notable durante el “período especial”, pero en la crisis actual ha perdido 60 por ciento del nivel de precrisis.

Contrariamente a la crisis agropecuaria del “período especial”, con una breve contracción de la producción de leche y una recuperación moderada, pero sostenida, en la crisis actual la caída de la oferta de leche ha sido acelerada y notable.

La actual crisis de la producción de carne de cerdo es, sin duda, una desgracia nacional. A los efectos prácticos hemos sido testigos de la “evaporación” de la actividad porcina nacional, lo que contrasta con la dinámica positiva de la recuperación de los 90s.

En la grave crisis actual del agro cubano inciden diversos factores. Acerca de uno de ellos- la disonancia que existe entre la visión política dominante y los fundamentos de posibles soluciones que no se aplican hoy- dedicaré una próxima nota.

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