Noticias de Cuba

SANCIONES QUE HONRAN

APAGONES DE INFARTO

Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Jorge Sotero
La Habana.- A media mañana me llamó una amiga para darme luz con la posibilidad de que Alejandro Gil fuera tronado de su puesto. «No te puedo decir más, pero estoy segura de que lo van a quitar y lo harán público pronto». Juro que, a pesar de que siempre me alerta de cosas que pueden pasar, no le creí totalmente y como no me gusta trabajar por rumores, la dejé pasar.
Hace unos minutos me volvió a llamar: «Lee el Granma», me dijo y agregó después: «Se la arrancaron al tipo. Te lo dije». Esta última frase la dijo como en un reproche, como diciendo que debía admitir que tenía razón, y que me dormí.
Lo admito. No me lo esperaba e imagino que algo grande tiene que haber hecho el ya exministro de Economía y vicepresidente para que le hayan dado una patada en el trasero y lo quitaran de su cargo. Aunque el castrismo intentará demostrar que todo fue un proceso lógico y que no solo quitaron al hermano de la presentadora de De la Gran Escena, sino a otros personajes, entre ellos el desagradable ministro de la Industria Alimentaria.
Según la nota de Granma, todo forma parte de una propuesta realizada por el presidente de la República, nada más y nada menos que el inepto de Miguel Díaz-Canel, que analizó el buró político del Partido Comunista y por último el Consejo de Estado, en una reunión en la que estuvo, aunque Granma no lo dice, Raúl Castro.
Nada, que algo hizo Gil que no le agradó a la familia Castro. Algún pronunciamiento suyo, alguna posición, tal vez contraria al paquetazo económico que tienen entre manos, y ahora lo mandan a casa, como hicieron hace unos años con el insoportable de Marino Murillo, a quien mandaron a acabar con la empresa tabacalera, como premio por una propuesta que a él, me dicen, no se le ocurrió nunca.
A Alejandro Gil lo tronaron. Las causas no las sé. Al menos ahora no las sé, pero lo sabré en algún momento y lo diré y comentaré. Y no demorará mucho, porque alguien me averigua en estos momentos la causa.
Esa palabrita que usan siempre, la de «liberación» suena como una patada en el trasero bestial. Y Gil tuvo protagonismo hasta hace una semana, cuando compareció en la Mesa Redonda para explicar las supuestas bondades del paquete económico. Su sustituto, Joaquín Alonso Vázquez, ocupaba el puesto de Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, sin que se sepa que hizo para merecer estar al frente del ministerio más importante del país, aunque Raúl Castro en su senilitud diga que no hay nada más importante que las Fuerzas Armadas y el ministerio del Interior.
Y como les decía, para aparentar que los cambios no fueron imprevistos, sino planificados, como parte del proceso de renovación que vive siempre el gobierno, también se quitaron del camino a Elba Rosa Pérez como ministra de Ciencia, Tecnología y Medioambiente, y también a Manuel Santiago Sobrino de la Industria Alimentaria, a quien sustituyen por un villaclareño de la época de Díaz-Canel allí y con título de licenciado en Educación, que son los únicos que asumen cargos en las estructuras del Partido a niveles de abajo.
El barco se está hundiendo y algunos se tirán pero a otros los sacrifican los capitanes, y no importa que sean grumetes o contramestres, dóciles o rebeldes. ¡Qué siga la fiesta! Y también la purga.