Noticias de Cuba

VIVIR DEL CUENTO

¿QUIÉN DEBE RESOLVER EL PROBLEMA DE CUBA?

Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Adalixis Almaguer ()
Miami.- Recientemente, casi los últimos de la familia que quedaban en una tierra que no se le agradece a ningún cambalache posterior a 1959, porque les fueron arrendadas al hato de Bayamo cuando aún no existía ni la ciudad de Holguín, tuvieron que abandonar su conuquito e irse a la ciudad.
Ya no es el hecho de que en Cuba el Estado es dueño de todo llámense maquinarias, fertilizantes, semillas, etc, y que no proporcione nada y cuando lo hace para lo poco que lo hace pone precios de adquisición por allá por la estratosfera.
Ya no es el hecho de que ese «Estado» que ni provee ni beneficia acapare para llevar a quién sabe dónde o a quién sabe cuál hotel porque no es que sea el primer comprador y regule sus tasaciones echándose fresco con los balances de la oferta y la demanda y sin considerar el costo de lo que el mismo oferta para la producción, es que encima regule los flujos de valor, distribución y venta de esos productos sobrantes a su avaricia -sí, al pueblo las sobras como a los cerdos-.
Ya no es que todo vaya en contra de ese campesino que es el que suda su tierrita, es que si al final le roban es culpable porque hay que guardar la vaca por la noche debajo de la cama y las maticas de yuca en la bañadera para volver a sembrarlas en la mañana.
Hoy fuimos a Amber Brooks Farms a recoger fresas, con una cestita, directamente de la mata. No son burgueses porque contratan mano de obra, siguen siendo campesinos que asalarían personal según sus ganancias le permiten y que generando estos empleos ofrecen sus productos y servicios.
Los que vamos a recolectar fresas -otras veces son arándanos, otras veces otras frutas según la temporada- tenemos acceso a esos productos por montos tres o cuatro veces más bajos que en el mercado regular, y el incentivo no es sólo monetario, porque al no ser refrigerados para transportación saben mejor.
A ellos también les beneficia y se pueden dar el lujo de la valía por debajo del mercado al ahorrarse esos mismos gastos de recolección y transportación. Win-win. Ganan ellos que en pocos días salen de su cosecha y ganamos nosotros que los ponemos a la mesa.
Al Estado siempre que se le declaren los impuestos sobre las ganancias (lea de nuevo GANANCIAS) no le importa dónde adquieran los insumos si es de forma legal, no se inmiscuye en a quién se le vende ni cómo se vende si se cumplen los estándares de la FDA (Food and Drug Administration) y la USDA (United States Department of Agriculture), o sea, sanidad y agricultura; y si algo es vandalizado las instancias competentes se encargan de seguir los procesos investigativos y legales como ante cualquier otro hecho delictivo.
El ser campesino no te convierte automáticamente en un ciudadano diferente con menos derechos y más responsabilidades. No es así aquí y no debería serlo allá donde más hambre hay.