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LOS OLVIDADOS DEL CASTRISMO

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Por Ma Chete ()
La Habana.- Ellos lo dieron todo por un ideal. Participaron en la «Zafra de los 10 millones», en cada Tribuna Abierta, en cada trabajo voluntario, en cada acto de reafirmación revolucionaria. Ellos lanzaron huevos y formaron parte de los actos de repudio. Ellos siguieron al pie de la letra cada «llamado» y creyeron firmemente en la promesa de que «un futuro mejor es posible».
Y pasó el tiempo y hoy, que se supone que sea ese futuro prometido de ayer, ellos no tienen nada, ni siquiera la esperanza de descansar en paz pues hasta para eso se pasa trabajo en éste país.
Hoy ellos cobran una chequera que no les alcanza ni para comprar medio cartón de huevos. Su salario equivale a una cajetilla de cigarros, una libra de azúcar y otra de café, o a un litro de aceite y un paquete de salchichas, o a menos de un paquete de pollo de 2 Kg… No pueden comprar el combo completo, o compran una cosa o compran la otra, que en el mejor de los casos les alcanza para cuatro o seis días.
Hoy ellos, la mayoría con enfermedades crónicas no transmisibles (HTA, epilepsia, cardiopatías, asma bronquial) no tienen su medicina diaria y en el mercado negro su chequera es un punto en el espacio y con el tiempo el espacio crece. O sea, deben decidir si alimentarse (mal) o comprar su medicina (incompleta), pero las dos cosas a la vez no pueden «darse el lujo» de tenerlas.
Camina por las calles de Cuba y mira sus rostros, observa sus miradas apagadas y su caminar tambaleante, lento, como si no supieran hacia dónde van o como si les diera lo mismo cuál camino tomar. Verás en muchos de ellos la vergüenza y la rabia de haber sido engañados y de haber formado parte de su propio engaño. Algunos lloran, no a gritos, pero sí les puedes ver los ojos aguados, tristes, apagados…
Camina por las calles de Cuba y míralos con tus propios ojos, porque lo que verás hoy en ellos, será lo mismo que mirarás mañana en ti, cuando te pares frente a un espejo.
El que tenga oídos que oiga…
(Tomado de Facebook)

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