
LA MATEMÁTICA DE LOS PRECIOS EN CUBA
Por Víctor Ovidio Artiles ()
Caibarién.- Pelarse en mi barrio se ha convertido en algo exclusivo. Es casi como comprar acciones en Wall Street. Un pelado, con sus cortecitos, algo sencillo que dura unos pocos minutos, cuesta 350 pesos.
Yo, que no ando con tanta bobería de cortes ni complicaciones, acostumbro a pasarme la máquina parejo por toda la cabeza. Está duro ese precio.
Recuerdo cuando Manos Torpes, el barbero del barrio en mi infancia, cobraba un peso por pelado. Es cierto que dejaba cucarachas y hacía guardafangos horribles pero mi padre cobraba el equivalente a 268 pelados en un mes.
Me puse a calcular y concluí que si yo cobrara eso mismo hoy, mi salario debía ser de 93 mil 800 pesos… o más, porque mi padre no era universitario.
Hay que calcular todo en estos días. De mi casa al policlínico, un bicitaxi me cobra 150 pesos. En este caso, me sale más barato rajarme la cabeza e ir a cogerme puntos al policlínico. Me pelarán antes y así me ahorro 200 pesos. ¡Pura Matemática!