Enter your email address below and subscribe to our newsletter

«EL HIJO DE LA DOCTORA DEL CONSULTORIO»

Comparte esta noticia
Por Manuel Viera
La Habana.- Hoy, a plena luz del día, fui a hacer una visita a unos amigos allá por La Lisa. Cuando estaba llamando a la puerta, vi que por la acera venia caminando un muchacho muy joven, alto y delgado, muy delgado. Me pasó justo enfrente y llevaba los ojos completamente cerrados mientras hacía muecas y su andar era torpe. Cuando mi amigo me abrió le dije:
– «Yo no sé como ese muchacho que va allí no se cae si lleva los ojos cerrados…»
Y en ese preciso momento aquel joven cayó de cabeza al suelo. Al parecer, chocó con algún desnivel de esos que abundan en las aceras de cualquier barrio cubano. Hacía gestos exagerados de dolor, pero sin emitir sonido. Agarró sus chancletas en la mano y siguió su camino, con aquel mismo andar torpe y zigzagueante y cojeando. Ahí fue cuando mi amigo me dijo:
– «Ese es el hijo de la doctora del consultorio. Tiene 20 años y estaba estudiando medicina, pero se enganchó al químico y dejó hasta la carrera. Así andan muchos jóvenes en este barrio.»
Por respeto al muchacho, a su familia y a todos los que padecen de la adicción a esa porquería, no hice fotos. Pero quedé muy impresionado con este chico. «El hijo de la doctora del consultorio».
Esa adicción no distingue. Una vez que caes no vas a parar. Mantenerse lejos de esa porquería es la única salvación.

Leave a Reply