CON DOS HUEVOS Y SIN CIGARROS
Por Irán Capote ()
Pinar del Río.- Con mis dos huevos bajé la calle, por si me sorprendía la hora del almuerzo en casa de alguien. Con mis dos huevos y mi coladita de café calle abajo para gestiones de trabajo.
Desperté lleno de odio porque no tenía cigarros. Y he jurado no volver a pagar una caja a 750 pesos.
Con mis dos huevos, mi colada de café y mi ansiedad, bajé la calle, cagándome en todo lo que regenta la producción de tabacos en el país del mejor tabaco del mundo.
Llegué a una esquina, ya todo desesperado por las ganas de fumar. Fue fácil y rápido. Un solo cigarrillo rompe pecho en 30 pesos. Y un tabaco estrecho y chapucero en 50 pesos.
Si no fuera porque la gran mayoría de los campesinos tabacaleros viven peor que cualquiera. Si no fuera porque dependen de una empresa parásito que compra y vende su tabaco por unas limosnas, me iría a cultivarlo.
Es una mina de oro.