¿PODRÁN CONTENER LOS PRECIOS?

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Por El Estado como tal
La Habana.- Faltando horas para la aplicación de una acción para “corregir distorsiones” y “contener” la inflación, lo que se conoce públicamente, de manera amplia, es una breve resolución y una “explicación” ministerial sin autocrítica, sin datos, y errada en cuanto a formación de precios.
Las causas principales, aunque no las únicas, del desenfreno de los precios en Cuba a partir del “ordenamiento” de 2021 son dos: la baja capacidad de respuesta de oferta de la economía y un enorme déficit fiscal. En ambas causas el ministerio de finanzas y precios ha sido un actor clave.
Quizás no debería sorprender que el ministerio de finanzas y precios de Cuba no asuma autocríticamente su doble cuota de responsabilidad por su relación con fuentes de desequilibrios y por su incapacidad para resolverlas. Parece inscribirse en un estilo general de la gestión pública nacional.
Siendo una medida que supuestamente tendría un amplio impacto positivo en la población (“contención” de precios), no se han divulgado de manera extendida los precios máximos de venta minorista que de derivarían de la medida. Una ausencia de datos coherente con el secretismo oficial.
Han circulado en redes sociales diferentes tablas con datos de precios máximos que supuestamente han sido parte de “intercambios” en espacios MIPYMES en esas redes. No los divulgo porque no me consta que sean datos fiables, pero son los datos que debería informar el gobierno.
La medida repite, por enésima vez, el equívoco del ministerio de finanzas y precios de asumir una metodología errada para la formación de precios a nivel de la economía (local y nacional) tratando de imponer una ganancia “planificada” que menosprecia relaciones reales de oferta y demanda.
Una “ganancia” prefigurada y el precio resultante pueden ser programados indicativamente a nivel de empresa, pero a una escala mayor el precio lo debe determinar la relación oferta-demanda en el mercado real, siendo la “ganancia” un resultado variable y no un dato preconcebido.
Es conocido que no siempre el precio es determinado por la relación oferta-demanda, siendo las situaciones más conocidas las condiciones de monopolio y las regulaciones y subsidios estatales. En el caso que nos ocupa, se apuesta a una “disciplina” de precios basada en el poder del estado.
Si alguna lección evidente deja en Cuba la historia de los precios “topados” es que nunca han funcionado bien. La “contención” de precios que se logra en documentos oficiales y tablillas de precios formales se convierte en inflación “reprimida” que coexiste con desabastecimiento y con precios de mercado negro.
El ministerio de finanzas y precios se erige en Olimpo de las MIPYMES afirmando -sin elaborar- que una tasa de 30% es “significativa, razonable, y beneficiosa”, pero ese ministerio no ofrece un dictamen sobre las tasas de ganancia de entidades estatales, mixtas y extranjeras.