Por Anette Espinosa
La Habana.- Los dos médicos cubanos que permanecían secuestrados por el grupo terrorista Al-Shabaab murieron el pasado jueves, durante un ataque con drones a la ciudad de Jilib, en Somalia, según una publicación de la agrupación en Telegram.
La publicación incluye fotos de ambos galenos muertos y aunque las autoridades cubanas aún no hayan confirmado que ambos hayan perdido la vida, es notable el parecido de los fallecidos (que aparecen en las fotos) con Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa, quienes fueron secuestrados por militantes de Al-Shabaab en el noreste de Kenia en abril de 2019.
Luego del secuestro, la cúpula de Al-Shabaab pidió un millón de dólares por la liberación de los dos rehenes, pero el gobierno cubano no pudo destinar esa cantidad de dinero para liberarlos, aunque sí puede gastarse sumas mayores en los viajes de los dirigentes y en darles buena vida, en construir hoteles.
LOS MÉDICOS SECUESTRADOS YA NO LE IMPORTAN A NADIE – El Vigía de Cuba (elvigiadecuba.com)
Desde estas páginas denunciamos en varias ocasiones en el último año la situación de los galenos y advertimos que era previsible que cualquier cosa podía pasar con ellos, sobre todo porque estaban en un lugar complicado, cautivos de una organización sin escrúpulos, pero a pesar de eso desde la cúpula castrocomunista no pagaron el rescate que pedían por la vida de los dos médicos.
La muerte de Landy y Assel me duele. Me duele porque tenían familia: madres, hijos, esposas, amigos. Porque eran seres humanos que no fueron allí porque quisieron. Fueron a África porque los mandaron, tal vez ganando decenas de miles de dólares menos que lo que percibe un doctor europeo o asiático en aquellas tierras muchas veces ajenas para la cultura y la idiosincrasia de los cubanos.
No había un millón de dólares para liberarlos. No había dinero para pagar su rescate, pero sí hay dinero para que Díaz-Canel o Manuel Marrero fleten un avión, lo llenen de allegados y se vayan por el mundo a nada.
Quiero recordar que las comitivas que acompañan a los dirigentes cubanos van hasta pantristas, cocineros, peluqueros, encargados de la ropa, y se alojan en hoteles de lujo, de los cuales alquilan muchas veces pisos completos.
Con lo que cuesta uno solo de esos viajes, muy bien pudieron pagar por la libertad de los dos médicos.
A la cuenta de Díaz-Canel, del Partido Comunista, de la familia Castro, de Manuel Marrero, Esteban Lazo, de la dirigencia partidista, irá la muerte de ambos médicos y ojalá la vida les dé años para que paguen.
Los que dirigen en Cuba solo piensan en ellos. Las misiones diplomáticas cubanas en el exterior solo están para recaudar dinero y mandar a La Habana. Jamás se ocupan de los cubanos que se quedan varados por ahí. Nunca se preocupan de quienes están presos, ni de los que tienen problemas. Los consulados permanecen cerrados para aquellos que no comulgan con la dictadura.
Eso sí, si en algún lugar se aparece de turista alguien de apellido Castro, las embajadas ponen todos los recursos disponibles a su disposición, incluyendo guardias de seguridad, para protegerlos y asegurarles estancias tranquilas y disfrute total.
El comunismo ha acabado con Cuba, con su gente, con sus industrias, pero hay cosas que no se pueden perdonar más. Y alguien va a pagar por la muerte de los médicos.
