Por Pedro Monreal (El Estado como tal)
La Habana.- Un eventual fallo en el pronóstico oficial de dos por ciento de crecimiento económico en Cuba en 2024, cifra cuestionada por otras entidades, es probablemente el factor crucial que potencialmente pudiera descuadernar el presunto programa de estabilización macroeconómica.
El gobierno cubano no ha explicado en detalle el supuesto programa de macro- estabilización, pero es evidente que la escala relativa del déficit presupuestario, estimado el mayor del mundo como por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es la pieza clave.
La centralidad de un eventual menor crecimiento del PIB en la gestión del déficit se debería a que se reduciría la base de valor de dónde salen los ingresos presupuestarios y por tanto habría dos opciones adversas: aumento del déficit o reducción de gastos.
Un aumento del déficit sería combustible para la inflación. Una reducción de gastos, más allá de reducciones por “inejecuciones”, pudiera afectar el bienestar ciudadano en el corto plazo (restricciones en servicios, en salarios y pensiones y servicios) y en el largo plazo (desfavorece inversiones).
El Ministerio de Finanzas y Precios parece estar, por el momento, muy ocupado con los topes de precios, inspecciones, multas, y decomisos, algo sobre lo que informan profusamente. Convendría que explicasen claramente la gestión del déficit, que es mucho más importante.
