Por José Walter Mondelo ()
La habana.- Hace hoy 136 años del nacimiento de Raymond Chandler, escritor estadounidense y cumbre del género policial. Se hizo célebre con su primera novela, «The Big Sleep» (1939), que presentaba a su famoso personaje, el detective Philip Marlowe. Chandler revolucionó la novela negra al introducir un estilo literario crudo y realista, lleno de diálogos rápidos y diestramente construidos, rebosantes de ironía, sarcasmo y un cinismo que revela un fondo noble y romántico. Sus novelas eran oscuras y violentas y, al mismo tiempo, traspasadas de una cierta melancolía esperanzada.
Además de «The Big Sleep», Chandler escribió otras obras maestras del género, como «Farewell, My Lovely» (1940), «The Long Goodbye» (1953) y «The Lady in the Lake» (1943).
Aquí algunas de sus recordadas frases.
De todas las curiosidades humanas, la curiosidad de un hombre por lo que no puede comprender es quizás la más extraña y duradera.
La mera posesión de una imagen no es de ninguna utilidad. Lo que cuenta es lo que haces con ella.
Los buenos momentos no duran mucho tiempo. Así que haz buenos momentos mientras puedas.
La vida entera es un acto de ver lo suficiente y de no ver demasiado.
Lo invisible siempre tiene una línea de fractura. Puede que no sea visible, pero está ahí.
La esperanza es la más difícil y la más desafiante de las emociones.
En un mundo en el que todo es incierto, el único lujo es la seguridad.
No sabía qué había estado buscando, pero me di cuenta de que siempre había estado buscando algo en el lugar equivocado.
La soledad tiene tantas formas como hay personas: la soledad del buscador, del revolucionario, del artista, del hombre que se ha salvado de los sucios rituales de la sociedad, de la prole criada en un mundo de lodo.
La vida es como un espejo, si le muestras una cara sonriente, te devuelve una sonrisa.
El tonto descubre con dolor que siempre ha estado equivocado. El sabio se da cuenta con demasiada frecuencia de que ha estado equivocado.
No hay nada puro en el trabajo del escritor. Todo está basado en la experiencia, tanto buena como mala.
Un hombre fuerte puede manejar el destino, pero un débil se rinde. Es esa rendición, esa incapacidad de luchar, lo que lo convierte en una víctima.
La intriga es el lubricante de la vida. Nos mantiene en movimiento, nos mantiene interesados en las personas y las cosas.
La violencia rara vez resuelve algo, pero puede terminar con todo.
La amistad no necesita palabras, es un entendimiento mutuo y una conexión profunda entre dos almas.
No puedes escapar de tu pasado, pero puedes aprender de él y seguir adelante.
El valor no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de actuar a pesar de él.
La vida no es justa, pero eso no significa que no podamos luchar por lo que creemos que es correcto.
No hay nada más solitario que llevar la culpa de algo que no hiciste.
Es fácil ser valiente cuando tienes algo que perder. Es cuando ya lo has perdido todo cuando tienes la verdadera oportunidad de ser valiente.
El amor no siempre es una historia bonita. A veces, es una lucha constante por encontrar la felicidad en medio del caos.
Lo único que realmente importa en la vida es cómo tratamos a los demás.
No podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos elegir cómo afectará nuestro futuro.
El mundo es un lugar oscuro, pero siempre podemos encontrar luz en los lugares más inesperados.
Sin magia, no hay arte. Sin arte, no hay idealismo. Sin idealismo, no hay integridad. Sin integridad, no hay nada… solo producción.
La verdadera grandeza no se mide por la cantidad de riqueza, sino por la cantidad de bondad que una persona ha dejado en el mundo.
Me gusta la gente con modales, algo de intuición social, una educación ligeramente por encima del Readers Digest, gente cuyo orgullo de vivir no se exprese en sus aparatos de cocina o sus automóviles.
La vida es una aventura, y debemos estar dispuestos a arriesgarnos para descubrir lo que realmente importa.
