LA RENUNCIA DE BIDEN Y EL PROBLEMA DE CUBA

CUBALA RENUNCIA DE BIDEN Y EL PROBLEMA DE CUBA

Por Anette Espinosa ()

La Habana.- Acabo de enterarme de la renuncia de Joe Biden como candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Me enteré tarde porque el domingo apenas pude entrar a internet, por razones ajenas a mi voluntad, como que no me funcionaba el nauta o no se cargaban los datos, a pesar de tener dinero.

Así son las cosas de Cuba, pero tampoco me perdí nada que no me esperara. Sabía que tarde o temprano el dormilón candidato demócrata daría -o lo obligarían a dar- un paso al lado para permitir que saliera a escena otro contendiente con más opciones ante Trump, que pudiera firmar aquello de «el regreso del año», si a términos deportivos nos atenemos.

Para mí, como cubana de a pie, es lo mismo. A los largo de 65 años de gobiernos demócratas y republicanos, nada ha cambiado en Cuba. No importa de qué color sea el inquilino de la Casa Blanca, que ninguno pondrá contra la pared a los sátrapas de la isla para obligarlos a elecciones libres, a liberar prisioneros, a restaurar la democracia.

Trump says when he mixes up names it is on purpose | ReutersEs más, a veces un demócrata y en otra un republicano, han facilitado que el castrismo libere el vapor de la caldera en que se ha convertido Cuba, al aceptar a miles de migrantes, y, de esa forma, facilitar que los Castro extiendan por más tiempo su estancia en el poder. Así ha sido en muchas ocasiones en la larga historia de la tiranía cubana.

Tal parece que a las administraciones de Estados Unidos no les interesa lo que pasa con Cuba, cuyo gobierno se ha cansado de enviar agentes a territorio estadounidense y a otros países de la región durante décadas, con el único objetivo de captar para la causa del comunismo a pueblos y gobiernos.

Kamala Harris: The Vice PresidentCuando el 11 de julio de 2021, pensé que Washington haría algo, que Joe Biden daría un ultimátum al gobierno de La Habana, pero nada de nada. El que fuera vicepresidente de Barack Obama en tiempos de las políticas más abiertas de Estados Unidos con La Habana, no solo no hizo nada, sino que después abrió las fronteras para que el calor que amenazaba con hacer explotar la isla se escapara lentamente.

Siempre me pregunto qué hubiera ocurrido si en lugar de Biden hubiera estado Trump en la Casa Blanca. Y aunque quiero pensar que el ahora candidato republicano hubiera hecho algo, no lo tengo tan seguro, porque en sus cuatro años como presidente del país más rico del mundo, del principal socio comercial de Cuba, del lugar donde viven más cubanos, después de su propio país, nunca hizo nada.

Hillary Clinton set to appear at first public Biden White House eventCierto que tampoco fue una inofensiva oveja, pero desde Washington se pueden condicionar cosas en Cuba. Ellos lo han hecho en otros lugares, así que porqué no habrían de hacerlo con la cúpula castrista de La Habana.

Ya sé que los cubanos nos hemos vuelto un pueblo servil y cobarde, que aquella herencia guerrera de Maceo, Agramonte, Céspedes y Martí, por ejemplo, se fue difuminando con los años y con las arteras estrategias castristas, pero a veces los pueblos necesitan de un empujoncito, de alguien que les diga que está con ellos, que irá a muerte en su apoyo. Y eso le ha faltado a los cubanos que no comulgan con la dictadura, que son cada día más.

A mí me parece, a veces, que el Castrismo juega con los inquilinos de la Casa Blanca, que los maneja a su antojo y que estos, que no tienen miedo de condicionar a las democracias de Europa en todo lo que se le ocurra, le temen a los gobernantes de La Habana, como si fueran un engendro venenoso que pudiera causarles problemas.

Visita a Cuba Obama en La Habana: Obama en La Habana | Fotos | Internacional | EL PAÍSLos de fuera, políticos de Estados Unidos incluido, no lo saben. Pero nosotros, los que vivimos acá, tenemos claro que a la dictadura solo hay que darle un toquecito para que se derrumbe. Ahora mismo es más vulnerable que la torre de Pisa antes de su última reparación. Y entonces, muchas veces, me pregunto qué espera Washington.

Y no me refiero a que el Pentágono envíe un portaaviones, con todo su andamiaje y lo ancle unas millas afuera de la capital cubana. Hablo de presiones políticas, aunque lo del portaaviones no estaría mal, aunque solo fuera para ver las crisis de gastroenteritis en todos esos que no se cansan de balbucear amenazas contra el pueblo desde sus cómodas poltronas gubernamentales.

Así es el grupo de ataque de un portaaviones de EEUU, equivalente a la potencia de fuego de un paísEl futuro de Cuba depende de los cubanos. De eso no tengo dudas, pero ya que Washington impide que de su territorio salgan expediciones armadas hacia cualquier país del mundo y más Cuba, es hora de que tomen cartas de verdad en el asunto, de que ejerzan el liderazgo que tienen en el continente sobre el castrocanelismo y que no le permitan una más al decrépito de Raúl Castro y su cohorte de adulares.

Si sale Trump, me parece, Cuba tiene opciones de ser libre en breve tiempo, pero si, por el contrario, un heredero demócrata, al estilo Kamala Harris o Hillary Clinton, se asienta en la Casa Blanca, muchos cubanos moriremos sin haber podido disfrutar de libertad ni un día de nuestras vida.

Yo hubiera preferido que siguiera Biden, porque eso iba a hacer más fácil la victoria de Trump. Y, a fin de cuentas, yo solo quiero una Cuba libre y con el dormilón iba a ser imposible, porque es casi aliado del castrismo, tanto como lo fue Obama en su día.

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