Por Manuel Viera ()
La Habana.- ¿Sabías que este año hay menos transporte estatal que nunca y que la mayoría de los ómnibus Yutong del Estado están paralizados por cosas tan simples como baterías, gomas o algún pequeño agregado?
¿Sabías que un pasaje desde La Habana hacia Bayamo o Santiago de Cuba, este año, cuesta el doble de lo que costaba el año pasado?
Pues sí, en verano de 2023 podías viajar a Santiago de Cuba con tres mil pesos. Sin embargo, este año se requieren entre cinco y seis mil pesos por personas para viajar en un camión privado o en una de esas guaguas arrendadas que están absolutamente destartaladas hasta el alma.
¿Quién tiene la culpa del incremento del ciento por ciento en el precio? ¿El arrendador? ¿El transportista? Pues no: toda la responsabilidad es del Estado
Desde hace meses el diésel en Cuba no se vende a la mayoría de los transportistas como dicen el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez, o Manuel Marrero en las mesas redondas. Para poder trabajar, los transportistas privados deben adquirirlo de contrabando, a precios que rondan los 400 pesos el litro o ir a echar combustible en dólares a través del engendro ese de la tarjeta clásica… un pedacito de PVC que venden a cuatro dólares.
¿Será a eso a lo que se refieren los dinosaurios cuando hablan de dolarizar parcialmente la economía? O sea, a que el pueblo que trabaja por unos miserables CUP al mes tenga que asumir el elevado costo de servicios que requieren de dólares para ser prestados.
¿Por qué nadie ni siquiera pellizcó este tema en los debates de la Asamblea Nacional? ¿Por qué no dicen la verdad? ¿Por qué nadie dice que casi la totalidad de los boteros que hoy caminan en el país pagan el litro de combustible a un dólar con 10 centavos en los exclusivos CUPETS donde -según Marrero, y lo dice como si fuese un logro, como si de un resultado positivo se tratase-, crece la demanda de combustibles de «los turistas«?
Es como decir que hoy cada chófer de almendrón, cada conductor de camión privado u ómnibus arrendado, es sencillamente un turista más.
(Dedicada a los periodistas cubanos… para que aprendan cómo se hace periodismo desde el respeto, pero pensando en el pueblo. Periodismo sin compromiso político.)
