Por Joaquín Santander (Especial para El Vigía de Cuba)
Caracas.- Muchas personas se preguntan si Nicolás Maduro podría poner reparos a entregar el poder en caso de perder las elecciones del venidero 28 de julio, y ese es un tema que yo tengo tan claro que ni me lo cuestiono.
Maduro no será el candidato que recibirá más votos. De eso no tengo ninguna duda, a pesar de que la dispersión del sufragio por la cantidad de partidos enrolados, hasta 10, pueda beneficiar al heredero de Hugo Chávez.
Edmundo González Urrutia, quien representa a la Agrupación Mesa de Unidad Democrática (MUD), va a superar al actual mandatario, pero eso no quiere decir que se vaya a hacer con la presidencia. Para que González Urrutia llegue a Miraflores tienen que pasar otras cosas.
Maduro ya ha hablado de la posibilidad de una «guerra civil» en el caso de que la oposición no valide los comicios. Incluso, está cabildeando con la Casa Blanca para que Washington apoye el resultado electoral, porque da por hecho que van a suceder cosas. Y él sabe mejor que nadie qué sucederá.
En Venezuela todo está listo para robarse la votación. Maduro y su partido se la van a robar. No vayan a pensar que es la primera vez que ocurre. Ya ellos saben cómo hacerlo. Primero pensaron que sacándose a María Corina Machado del camino lo iban a tener fácil, pero se dieron cuenta de que no fue así, y entonces decidieron que lo harán con las boletas.
¿Quiénes observarán las elecciones? No hay un organismo serio, un país que se respete y que no sea aliado incondicional, invitado a observar la votación. Es el mismo mecanismo de siempre. Es más, estoy seguro de que, al final, dirán que Maduro ganó con más del 55 por ciento del sufragio, como para no dejar margen a dudas.
Acá, en Caracas, cuando hablas con la población, la inmensa mayoría te dice que votará en contra. Y la semana pasada estuve en Anzoátegui y Barinas, hablé con muchas personas y la tendencia es totalmente en contra del partido en el gobierno, pero ellos insisten en que tienen la mayoría, que cuentan con el apoyo mayoritario, y que si no ganan se desatará una guerra civil.
Los oradores del oficialismo meten miedo. No solo Maduro, también lo hace Diosdado Cabello, quien se cree un elegido, un ser por encima del resto de los venezolanos, como el actual presidente. Y todo eso lo hacen para intentar condicionar a la población, no ya para que voten por el oficialismo, sino para que no vayan a intentar protestar después.
El chavismo sabe que la gente saldrá a las calles para que no le roben la elección. Porque se la robarán. El oficialismo perderá en las urnas, pero dirá que ganó, dará datos, manejará cifras, y con ellas en la mano, se creerá en el derecho de seguir en Miraflores. Por eso digo que Maduro no va a poner reparo alguno en abandonar el poder, porque ningún ganador deja la presidencia.
Otra cosa sería si no se roban la elección, no dan las cifras que se le ocurran y se atienen a lo que verdaderamente ocurra en la votación, pero eso no lo garantizará nadie, sobre todo porque no habrá observadores serios.
Eso sí, ellos tienen detrás la mano diabólica del gobierno cubano, que no necesita robarse elecciones en la isla, porque allí no hay oposición, pero en eso de hacer trampas, manipular y mentir, son expertos. Y también tienen la asesoría de Daniel Ortega, otro que no tiene escrúpulos a la hora de organizar unas votaciones, con la seguridad de que las ganará. Ya una vez estuvo apartado del poder, cuando perdió con Violeta Chamorro, y cuando consiguió volver cerro todas las puertas a cualquier partido opositor.
Esperemos sucesos duros en Venezuela, entre ellos tanques a la calle. Porque la gente común creerá que ganó y saldrá a defender lo que suponen que consiguieron. Y el chavismo también proclamará que ganó y ellos tienen el poder y las armas.
Si tienes dudas de que será así, espera al 28 de julio y verás.
