Por Oscar Durán
La Habana.- Si usted se tragó todo ese cuento de que el Ministerio del Interior (Minint) frustró un intento de desestabilizar la tranquilidad ciudadana, está incubando un pichón de comunista dentro de su cuerpo alimentado con pan de yuca y picadillo de perro lajero.
Señores, se aproxima el 11 de Julio y algo deben sacar para intimidar al pueblo. Todo es una mentira. Un tipo que entra a tierras cubanas vía marítima en noviembre de 2023 para hacer actos “terroristas”, hoy es noticia a pocos días de conmemorarse el tercer aniversario del estallido social más grande ocurrido en la isla.
¿Díganme si una persona con cinco pistolas escondidas en una moto acuática puede derrumbar una dictadura? Es un teatro total lo de esta gente. No le compren nada. Miedo, esa es la palabra clave en esta historia. El régimen tiene miedo de otro estadillo y tú, cubano, tienes miedo de salir y te crees todas las mentiras de estos sinvergüenzas.
¿Ya te preguntaste por qué un hecho que ocurrió en noviembre de 2023, lo vienen a revivir ahora? ¿No te parece casualidad? Ahí estaba Humberto López, dos pelagatos del Minint y un fiscal con el traje de Rafael Serrano dando una clase “educativa” frente a las cámaras de televisión para que el cubano se comiera las uñas viendo la farsa televisiva.
El 11 de Julio en Cuba no pasará nada, pero ellos -me refiero a la dictadura- tienen miedo. Es un miedo al cuadrado, porque la población lleva adentro el doble de miedo del régimen. Ese día la isla estará tranquila y los ciberclarias empezarán a poner fotos en las redes sociales visualizando la “tranquilidad” del cubano.
Manera de engañarse. El cubano no protestará, en eso estamos claro, pero el descontento popular es descomunal y ellos lo saben. Por eso mismo, un programa mierdero de Humberto López y compañía no puede convencer a los que estamos aquí. Vivimos en dictadura, y cuando eso pasa, debemos coger el camino contrario. Incluso, aunque tengamos miedo.
