Por Elier Vicet ()
Santiago de Cuba.- Las fotos que acompañan este texto no fueron creadas por inteligencia artificial, ni son frutos de manos manipuladoras, sino fueron recogidas por santiagueros buenos, quienes se las enviaron al más loco de los influencers de esta provincia. Yosmani Mayeta Labrada.
Mayeta Labrada no vive en Cuba, pero tiene más contactos en esta ciudad que yo, que amanezco y me duermo acá. Con el tiempo, el joven influencer se ha buscado una red de colaboradores que lo ponen al tanto de todo.
Y este viernes, Mayeta Labrada recogió unas imágenes de lo que comen los niños, los enfermos, los estudiantes de la escuela de Medicina y Enfermería en esta ciudad. Y cuando uno ve las fotos, antes que todo, siente asco, pero no deja de ser doloroso imaginar que en los círculos infantiles le ofrecen eso a los pequeños.
Arroz, sin ningún tipo de grasa, tal vez sin sal, un poco de puré de color feo de pl´tano y una lámina de pan para niños que salen temprano de su casa y los padres los dejan en un lugar donde ellos creen que van a estar cuidados. ¡Es duro!
Lo mismo con un caldo feo, una especie de boniato y un huevo hervido en otro lugar, tal vez para aquellos que van a cuidar en un futuro la salud de los santiagueros, niños incluidos. ¡Tremendo!
Y luego, un arroz blanco, feo, lleno de pelotas, y un pedazo de gallina, blanco, sin condimentar, asqueroso, que de solo verlo dan deseos de vomitar. Eso se lo tienen que comer los enfermos en los hospitales, que, supuestamente, tienen que agradecer por esas bonades del régimen. ¡Asco!
Asco dan los que dirgen, esos gordiflones o barrigones que aparecen en televisión para hablar de sacrificios o igualdad, esos que tienen garantizados los manjares más suntuosos, importados desde cualquier lugar del mundo, como hacen con lo que come Raúl Castro.
Es duro imaginar que los cubanos tendremos que seguir pasando por esto. Es muy difícil pensar que un día tendrás que llevar a un familiar a un médico que almorzará o cenará algo así. En Cuba, lo más recomendable es cuidarse para no tener que caer en un nesocomio, pero con la situación alimentaria cada vez estamos más cerca de enfermarnos y caer en esos sitios.
Acá les dejo las fotos, aunque solo sea para que vean y comprueben con sus propios ojos.
