Por Yoyo Malagón
Madrid.- Hasta hace unos días, el cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo era el macho alfa del triple salto en el mundo, con título olímpico incluido, pero de pronto le ha salido un rival de consideración, en otro triplista nacido en la isla, Jordan Díaz.
Pichardo desertó de una delegación cubana en 2017 en Stuttgart y dos años después comenzó a competir por Portugal, el país que lo acogió. El climax de su carrera llegó en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde se alzó con la medalla de oro con marca de 17.98 metros.
En 2022 fue campeón del mundo, en Eugene, Estados Unidos, con un registro de 17.95 metros. Esos resultados lo convirtieron en el mejor del mundo, pero le salió una sombra, también nacida en Cuba: Jordan Díaz, un chico de 23 años recién cumplidos, y nacido en la capital cubana.
Díaz dominó con mano de hierro las categorías inferiores del triple salto, hasta que en 2021 desertó de una delegación de su país y, por esa razón se perdió los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los cuales, por el coronavirus, se disputaron entre julio y agosto de 2021.
Díaz continuó su crecimiento en el país ibérico y hace unas horas, antes de los Europeos de Atletismo con sede en Roma, se encontraron en el restaurant y estuvieron a punto de irse a las manos. Cuentan que solo la presencia de Alexis Copello, otro gran saltador de origen cubano y con nacionalidad azerbaiyana, evitó que se fueran a las manos
-¡Voy a saltar 18 metros! – le dijo Pichardo a Díaz.
-Tendré que saltar 18.01,-comentó el otro. Y todo quedó listo para verlos en escena.
Ya en la lid, Pichardo saltó hasta los 18.04 metros, pero Díaz logró una bestialidad, 18.18 metros, a solo 11 centímetros del primado mundial del inglés Jonathan Edwards, que ya va para 30 años.
La derrota sentó mal a Pichardo, mientras la prensa saca partido de la rivalidad, y crecen las historias con versiones distintas sobre el encontronazo previo a la competición.
Incluso, el portugués digirió mal la derrota y se queja de que no todo fue legal: «Nunca he sentido la necesidad de venir a las redes sociales para justificar una victoria o una derrota, nunca necesité usar una sustancia prohibida para ganar, yo nunca engañé a nadie, ni uso ‘influencias’ para ganar una competición. Me gustaría que World Athletics, European Athletics y los árbitros encargados dieran una respuesta y una rápida explicación sobre lo que pasó con la tabla de medición electrónica del salto en el momento en el que el atleta de España hace esa gran marca», dijo en un comunicado.
Mientras la Federación portuguesa se desentendía del asunto, Pichardo insistía con que «nosotros los atletas sabemos que sin ninguna referencia es difícil saber si fue un buen salto o no, pero él ya lo sabía!!! ¿Por qué en sus 17.96 metros estaba encendido y no en el gran salto? Un minuto después de su gran salto la regla volvió y casualmente yo estaba a punto de saltar. ¿Cómo es eso posible? ¿Por qué estaba apagada la tabla electrónica en ese momento? ¿Cómo sabemos que realmente fueron 18,18 m?».
Díaz respondió con un meme, y pasó de largo, pero la rivalidad parece que está sembrada, solo que no sabemos si ambos lo hacen para llamar la atención o se trata de un choque verdadero entre dos grandes saltadores nacidos en Cuba y que defienden ahora banderas de otras naciones.
Eso sí, si Pichardo quiere repetir el título olímpico, tendrá que hacerlo muy bien, porque ahora mismo, a poco más de un mes de los Juegos Olímpicos, el gran favorito es Jordan Díaz.
