Tomado de MUY Interesante
Nezahualcóyotl o “coyote hambriento” descendía de dos linajes: de Texcoco y los mexicas.
México DF.- Las figuras con nombre propio y además con el relato completo de su vida son muy pocas en el mundo prehispánico. Nezahualcóyotl es una de esas pocas, pues tenemos muchos detalles de su existencia, con lo que podemos percibir a un personaje destacado que conjunta el espíritu guerrero con el poético y un gobernante sensible y justo.
Nezahualcóyotl fue más político y menos militar ante los señoríos a los que sometía.Shutterstock
Un largo camino al trono
El relato de su vida puede comenzar con la conmovedora escena de un joven de 16 años escondido entre las ramas de un árbol frondoso ahogando sus gritos y sus lágrimas, mientras observa a su padre luchando hasta el último aliento por defenderse y defenderlo de los enemigos que amenazan su vida y su señorío (se suele occidentalizar usando el término reino, rey, imperio, etc.). Poco antes, se ha despedido, recordándole a su heredero que debe recobrar su puesto al frente de Texcoco y vengar su muerte.
Nezahualcóyotl “coyote hambriento” según la traducción más conocida nació el 28 de abril de 1402. Descendía de la nobleza de los dos pueblos que alcanzarían mayor relieve en ese siglo, pues su madre era Matlalcihuatzin, hermana del señor de México-Tenochtitlan, y su padre era Ixtlilxóchitl, sexto señor del territorio de Texcoco. Los texcocanos se habían asentado en el Valle de México a inicios del siglo XIII, años antes de la llegada de los mexicas. En el extenso valle convivían (y peleaban) varios señoríos, no sólo los mexicas y los texcocanos, había otros grupos y, por supuesto, había tratos con pueblos como los tlaxcaltecas. Compartían muchos rasgos culturales, comenzando por la lengua común: náhuatl, por lo que se les suele englobar con nombres como el mundo nahua. Los texcocanos habían tenido tiempo de desarrollarse como un pueblo con mayor refinamiento en lo artístico, filosófico e intelectual, eran famosos por ello y, por tanto, es entendible que Nezahualcóyotl se volviera un punto culminante de esa herencia. Los texcocanos también eran un pueblo guerrero, aunque no al modo de los mexicas, quienes destacaron por sus habilidades militares como parte fundamental de su identidad y su poder. Los primeros años del joven transcurrieron con tranquilidad, hasta los seis o siete años bajo los cuidados de su madre, para entrar posteriormente al calmécac. En esta institución educativa para los nobles recibió una esmerada educación que comprendía tanto su intelecto como la formación militar. En esos años, el señorío de Texcoco empezó a sufrir las amenazas de Tezozómoc, señor de Azcapotzalco, quien aducía ser el heredero del trono. Ixtlilxóchitl realizó en 1414 una doble ceremonia de juramento, de él como señor de esas tierras y de su hijo como heredero. Sin embargo, pronto la guerra se desató y hacia septiembre de 1418 fue cuando, acosado por sus enemigos, sucumbe el padre y el hijo queda frente a un largo camino para refrendar su título de señor de Texcoco.
Inscripción en piedra donde se representa al “sueño” de Tezozómoc. En él, Nezahualcóyotl encarna a un águila que devora las entrañas del señor de Azcapotzalco.ASC
En permanente huida
Los siguientes años serán de continua zozobra. Aunque el joven recibe el apoyo de algunos fieles guerreros de su padre y de los parientes de su madre, tanto en México-Tenochtitlan como en Tlaxcala, tiene que enfrentar todo tipo de dificultades. Se esconderá en cuevas, se disfrazará y recurrirá a todo tipo de estratagemas para evitar ser descubierto en sus traslados y así evitar el destino fatal que Tezozómoc le ha decretado, quien a estas alturas ya se ha apoderado de Texcoco. La muerte estuvo muy cerca de él muchas veces, el punto más peligroso ocurrió en Chalco. Se había alojado de incógnito en casa de una mujer a la que mata. Unos apuntan que la mujer amenazó con denunciarlo, otros que se dedicaba al comercio de pulque, lo que era ilegal y el joven Nezahualcóyotl buscaba castigar esa infracción. El punto es que el señor de esas tierras ordena ponerlo en una jaula sin alimentos ni bebida, en espera de cumplir su sentencia de muerte para quedar bien con el poderoso Tezozómoc. Sin embargo, el hermano del señor de Chalco se compadece de él, lo alimenta e incluso se dice que cuando lo van a ejecutar aquel cambia sus ropas y muere en su lugar.
En 1426, fallece Tezozómoc, pero su hijo Maxtla luego de disputar a muerte el trono con su propio hermano se convierte en el señor de Azcapotzalco y continúa con su persecución sobre Nezahualcóyotl. Sin embargo, las agresiones de Maxtla no solo son contra él, afectan a muchos otros de los pueblos del Valle de México, incluyendo a los mexicas, ya que llega a ocasionar la muerte de Chimalpopoca, nada menos que su gobernante en ese momento.
Esto facilita que Nezahualcóyotl convenza a varios para que se unan a su causa y derroten a Maxtla. Primero, se da la alianza formal con México-Tenochtitlan, que después será la Triple Alianza cuando Tlacopan (Tacuba en la actualidad) se una. Esto será determinante para el crecimiento de los mexicas y texcocanos.
La poesía y la tragedia.Shutterstock
Con pleno derecho
Después de 17 años de haber jurado como heredero de su padre, toma posesión del señorío. Con el tiempo, el territorio dominado por los texcocanos se ampliará llegando a zonas más apartadas en los estados de Puebla, Veracruz y Morelos, que solo fueron superados por la extensión de los mexicas.
Nezahualcóyotl fue más político y menos militar en la organización de los señoríos que fue sometiendo, honrando la tradición más filosófica que era característica de los texcocanos. Propuso ordenamientos jurídicos que procuraban justicia, los cuales estaban todavía vigentes a la llegada de los españoles. Asimismo, trabajó en el embellecimiento de su reino. La capital, Texcoco, se vio especialmente favorecida, pues no solo fue reorganizada en barrios según los oficios artesanales, sino que se construyeron casas señoriales, palacios y templos, así como calzadas bien definidas. En su momento, la plaza central tuvo mayores dimensiones que entonces su equivalente mexica.
Ya fuera por todos los años que pasó a salto de mata, o por su sensibilidad, Nezahualcóyotl destaca por el fomento a los bosques y jardines. Remozó Texcotzingo ubicado en el estado de Morelos haciendo lo que hoy identificamos con un jardín botánico. Para lograrlo debió crear una compleja red de estanques alimentados por un acueducto. Complementaba el conjunto, un palacio conocido hasta el día de hoy como los “baños de Nezahualcóyotl”. Anteriormente, en los años que pasó refugiado en México-Tenochtitlan había impulsado la siembra de ahuehuetes, dando paso a la creación del bosque de Chapultepec, el cual sigue siendo el corazón verde de la enorme Ciudad de México.
A petición de Moctezuma Ilhuicamina no confundir con Moctezuma Xocoyotzin que fue posterior, realizó el acueducto que llevaba agua del mismo Chapultepec a México-Tenochtitlan. También trabajaron para la llamada después, Albarrada de los Indios, un dique con el que se dividió al enorme lago de valle separando el agua dulce de la salada, para controlar tanto las inundaciones como el agua durante las sequías. Fue una obra de ingeniería muy destacada.
Dibujo del palacio de Nezahualcóyotl en el códice Quinatzin.BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA
Su lado poético
Aunque muchas de esas actividades son conocidas, en el imaginario colectivo su dimensión de poeta es de las más apreciadas. Se trata del poeta más conocido del mundo nahua, aunque se han identificado con nombre a una veintena. Es importante notar que Nezahualcóyotl vive en el momento en que la poesía lírica, en oposición a la poesía colectiva, religiosa o mítica, está surgiendo en esta parte del mundo. En otras palabras, le toca ese tránsito de lo colectivo a una poesía más personal que despierta la necesidad de acreditarla a un autor.
En el mundo nahua, tanto la creación lírica como la conservación de estos poemas fue de la mano con la posición social de sus creadores por varias razones. Una de ellas era el acceso a una educación con un contenido más filosófico, el cual resulta el caldo de cultivo que permite la reflexión y la introspección, además de contar con el tiempo libre para dedicarlo a la escritura.
Es oportuno señalar que se usa escritura en un sentido figurado para señalar la factura de los poemas. Los nahuas no desarrollaron una escritura como tal que permitiera a un poeta “escribir”, sino que había signos con los que se hacía el registro de las ideas, pero no en forma de oraciones. Por lo que la “lectura” requería tener no solo conocimiento de esos signos, sino del contexto. Así, la escritura personal no tenía cabida, pues no podía ser leída fácilmente por otros, no era práctico. Pero sí lo seguía siendo la reproducción por memorización. Por lo que solo si las personas eran poderosas habría atención para repetir sus creaciones.
Las obras que tenemos fueron consignadas en náhuatl usando el alfabeto latino, en el periodo posterior a la Conquista. Muchas de esas transcripciones están en el manuscrito conocido como Romances de los señores de la Nueva España de Juan Bautista Pomar, quien era nieto de Nezahualcóyotl y autor de otras obras sobre la historia del señorío de Texcoco.
Tanto por lo consignado en Romances como en otras fuentes de la época tenemos más poemas de Nezahualcóyotl (36). Aunque por siglos, en realidad, no se tuvo acceso a toda su obra ni en náhuatl ni traducida, sí fue el nombre que sobrevivió como referente de la lírica de su tiempo. Su fama también se apuntala en el relato de su vida que hace otro de sus descendientes: Fernando de Alva Ixtlilxóchitl. Los temas de Nezahualcóyotl son la brevedad de la vida, el sentido de la existencia, la amistad, la tristeza, el sufrimiento en este mundo, las distintas manifestaciones de la naturaleza, la poesía y su función, rememoración de personajes, y, sin duda, destaca y quizá contribuyó a su mayor conservación el tema del “Dador de la Vida”. Éste se interpreta como una intuición de un solo dios, lo que entra en sintonía con los valores del cristianismo. Sirva de muestra este poema corto:
Solamente él,
el Dador de la Vida.
Vana sabiduría tenía yo,
¿acaso alguien no lo sabía?
¿Acaso alguien no?
No tenía yo contento al lado de la gente.
Realidades preciosas haces llover,
de ti proviene tu felicidad,
¡Dador de la Vida!
olorosas flores, flores preciosas,
con ansia yo las deseaba,
vana sabiduría tenía yo…
