Por Esteban Fernández Roig
Miami.- O mejor dicho sería: “Una loca vieja”. Cumpliste otro año cuando en realidad nunca debiste haber nacido.
Con tu cara de china pervertida, con tus manos manchadas de sangre, desde que eras un renacuajo con cuchillas Gillette mutilando y matando gallinas ignorando las protestas de tu madre.
Has llegado a los 93 años pareciendo un chicle masticado. Quisiste ser torero en un país donde no existen la corridas de toros y no hubieras llegado ni a Cabo del ejército sin el tutelaje de tu criminal hermano.
Sin el parentesco con el monstruo, solo hubieras sido y te hubieras dado gusto siendo MAMPORRERO en una finca de Marcané.
O quizás hubieras llegado a palanganero en un prostíbulo de Birán. Si no fueras tan HP, hasta lástima darías por haber vivido con el complejo eterno de no ser hijo del cornudo gallego Castro, sino del guardia rural Felipe Mirabal.
Tuviste esposa, hijos y nietos porque “Bola de Churre” te obligó a casarte con Vilma, anteponiéndose a tus deseos y preferencia de vivir en concubinato con el más dotado angoleño residente en la isla.
Disfruta el día de hoy, a sabiendas de que millones de cubanos desesperadamente deseamos sea el último y que podamos reunirnos a celebrar tu muerte en el Versailles como hicimos con la de tu medio hermano.
Raúl: En tú cumpleaños los cubanos dignos te decimos ACABA DE IRTE AL INFIERNO, GENERALA SIN BATALLAS.
