Por Manuel Viera ()
La Habana.- Hace dos días les comentaba que el dólar caería hasta que ellos quisieran -¿se acuerdan del gráfico que publiqué?-, pues ya viene. Comienza el momento en el que los nietos, los hijos y los sobrinos de … ya se hartaron de dólares baratos y comienzan su fiesta.
¡Llegó el momento de facturar! Llegó el momento en que los mismos de la campaña para bajarlos ahora harán campaña para subirlos. Llegó el momento en que los dueños de la importación, que ya se hartaron de billetes verdes, volverán a subir los precios porque va a subir el dólar.
Ahora nadie te dirá que los procesos económicos llevan sus tiempos y nadie te dirá en 15 días que compró mercancías con dólares más baratos. Es momento de danzar con los millones… es momento de seguir engordando vacas sagradas.
Ahora salen los dinosaurios a decir que es un mal cubano el que quiere que suba el dólar. Ahí debo decir que este pueblo vive, en mayor o menor medida pero en un muy alto por ciento, de la ayuda de sus emigrados.
¿Nadie quiere que suba el dólar? Lo que nadie quiere es que sus dólares compren la mitad de lo que compraban 15 días atrás.
A la mayoría de los cubanos les da lo mismo un dólar a 400 pesos que a 25, mientras el poder de compra de ese dólar y de su salario sea el mismo. Se mueve el dólar pero no se mueven ni los precios ni los ornamentales salarios.
Ganó la avaricia de los que no mueven los precios. Ganó la avaricia de los que no mueven los salarios. Ganará la avaricia de esos que ganan cuando sube y ganan cuando bajan las divisas.
Vivimos los cubanos en una selva muy dura, donde el león o está jugando a la bolsa o está comiendo mierda. ¡Tonto el que lo crea tonto! ¡Un león siempre será un león!
