Por Jorge Sotero ()
La Habana.- La cruzada emprendida por el gobierno cubano para bajar el precio del dólar, es una de las cosas más burdas que he visto en mis 50 años de vida. Tan improvisada ha sido la tarea que los ejecutantes han dejado resquicios por todas partes, y las evidencias saltan a la vista y los dejan en entredicho.
¿Cómo hicieron? Movilizaron a su poderoso ejército de ciberclarias, todos con perfiles falsos, para que se fueran a Facebook, que es la red social que usan los cubanos para todo, y ofrecieran dólares, o propusieran comprarlos, cada vez a precios más baratos.
Y allá se fueron todos los ciberclarias. Se fueron a los llamados «revolicos», a los sitios de compra y venta que ingeniosamente se inventaron los cubanos para evadir la persecución de la tiranía, y allí regaron sus mensajes: «Vendo a tanto» o «Compro a tanto». En algunos lugares, ayer, por ejemplo, el mismo que ofrecía vender a 300 pesos el dólar a las 10 de la mañana, lo compraba a 315 10 minutos después. ¡Una locura total!
Este redactor, que es miembro de más de 20 sitios de revolico y otros tantos de compra y venta, le escribió a medio centenar de vendedores o compradores. Y jamás tuve una respuesta positiva, ni para comprar ni para vender.
En la mayoría de los casos, mis mensajes quedaron sin respuestas, y en otros me decían que ya se les habían agotado los dólares, o cuando era yo quien los ofrecía, me decían que ya los habían comprado.
Me llamó la atención que todos -insisto que todos- los perfiles no aportaban información sobre los vendedores o compradores. Las fotos, a veces, eran de algún lugar de Europa, de una madre nórdica con un niño, de un hombre con un casco, o de un guerrero. Aunque, admito, también me encontré casos de personas reales, arrastradas por la tendencia, que se ofrecían a vender los dólares baratos. Y cuando les pregunté, me dijeron que tenían incertidumbre.
En esa labor pasé más de 10 horas de mi sábado, en medio de un calor asfixiante, algunas de ellas en apagón, para corroborar que la caída del dólar es fruto de una maniobra siniestra del castrismo, que se debe estar relamiendo al ver cómo la moneda del enemigo pierde precio aceleradamente. Por el momento, la jugada le ha salido bien, pero veremos qué van a hacer cuando las divisas vuelvan a dispararse, porque no tengo dudas de que lo harán.
El cubano común sigue siendo noble, y a veces la desinformación a la que lo ha sometido el régimen por décadas, lo convierte en demasiado crédulo y es incapaz de analizar las situaciones. No se preguntan muchos cómo va a bajar el dólar, si los precios en las tiendas en divisas siguen subiendo, o el de los productos de primera necesidad en pesos cubanos, si el país no produce nada, y solo la producción de bienes puede hacer que la divisa estadounidense caiga.
Si usted me lee y no me cree, haga lo que hice yo: siéntese un rato y escríbale a los vendedores de dólares, si quiere comprar. Y si pretende vender, pregúntele a esos que anuncian precios bajísimos de compra. Pero sea un poco astuto: busque los perfiles sin información, sin fotos, con fotos extrañas, con dibujos o viñetas, y se dará cuenta.
Nos siguen engañando, continúan manipulándonos, nos utilizan como si fuéramos las marionetas de un guiñol cualquiera. No les importamos a los tiranos que gobiernan el país, que deben estar brindando este domingo, en sus aclimatadas mansiones por haber hecho caer el dólar a donde ni ellos mismos imaginaron.
Yo no recibo remesas, ni gano absolutamente nada en divisas. Incluso, ni por estos artículos me pagan. Me busco la vida de otra forma, pero me duele por esos que reciben remesas de sus hijos, nietos, hermanos o padres, quienes trabajan como mulos en el exterior para ayudar a sus familias, y que de pronto ven que el envío se convierte en nada.
Y para colmo, la Wester Unión y Katapulk, la empresa de Hugo Cancio, el empresario cubano-americano a la que el castrismo y la administración Biden le abrieron las puertas para que esquilmara a los cubanos de allá y de acá, llegaron a un acuerdo para controlar las remesas.
Y luego dicen los gerifaltes del castrismo que hay bloqueo. Luego van por ahí reclamando limosnas, porque desde Washington no los dejan contar con los fondos necesarios para garantizarle a sus ciudadanos esto o aquello.
No hay en el mundo un gobierno peor que el cubano, ni gobernantes más mentirosos ni más hijos de puta. Y todo eso lo paga el pueblo. Lo de los dólares es solo un botón de muestra de todo lo que hacen. Y a mí no me crean, comprueben ustedes si lo que les he contado es verdad o mentira.
