(Un comentario en Facebook de Julio Rigo Velázquez Méndez)
La Habana.- Los socialistas en todas sus versiones son liberticidas, pretenden asesinar todo rasgo de libertad del prójimo a través de un estado totalitario intervencionista, que se agarra a todos los espacios de la sociedad misma.
Así se satisfacen a sí mismos en sus egos oscuros, malvados por sus personalidades escondidas, vividores del esfuerzo ajeno sin hacer nada útil.
Se pintan de frenéticos defensores de los pobres para obtener el poder o mantenerse en el mismo enriqueciéndose y formando su casta comunista, militar y corrupta, sin hacer nada excepcional de servicio y entrega para una nación.
Mas, la empobrecen. Ese es su negocio: mantener la pobreza para vivir del mismo cuento, engañando y manipulado a los vulnerables, que infelices caen en sus garras cuando quedan totalmente dependientes económicos del estado totalitario comunista, llenos de ignorancia y de terror al cambio, y extorsionados y pobres. ¡Esclavos!
Los socialistas son, sin duda, enfermos del alma, envidiosos, resentidos sociales, frustrados intelectuales, codiciosos de lo ajeno, ridículos ignorantes, ambivalentes, incapaces de crear virtudes, mentirosos y miserables por sus ideas falsas de justicia social, ocultando sus verdaderos sentimientos de ambición y poder. ¡Ineptos para servir!
Por ese camino llegan a convertirse, más qué en dictadores y despreciables tiranos, también en asesinos.
