Por Mkc Cerralvo ()
Santa Clara.- Me gusta ver el noticiero, y díganme si no es puro surrealismo lo de este martes en Al Mediodía.
Tuve corriente al mediodía, y aunque eso podía ser noticia no fue precisamente lo que pude ver en el noticiero. Ya necesitaba una inyección ideológica, porque mis principios estaban flaqueando de tanto golpe de realidad.
De tantos apagones y apagones, y momentos sin corriente, sumándole el calor y todo lo que se está viviendo, llevaba demasiado tiempo sin ver el noticiero. Más del que admite mi mente para que mi carga ideológica no decayera y comenzara a “pensar mal”.
Me hacía falta ese empujón de planes cumplidos y cumpliéndose, de proyecciones futuras, de desarrollo, de que estamos bien y que vamos a estar mejor, de que se está haciendo lo correcto, que nuestros directivos son los mejores y no se equivocan, que la culpa es del bloqueo y de que, sobre todo, “el país avanza”.
Necesitaba ese empavesado ideológico de pies a cabeza porque la realidad, el contador, el refrigerador, y la cara de mis hijos me dicen otra cosa.
Ya busqué periódicos que tenía guardados para emergencias como esta, para releerlos, no importa que fueran de los años 80, 90, o 2000, al final solo le tapo la fecha, lo leo y es como si fuera el de hoy. Pero se habían utilizado en algo útil como recogerle la caquita al gato.
Finalmente, y ya casi en mi colapso ideológico, se alinearon los astros y tuve corriente a la hora del Noticiero del mediodía. Y yo esperando esas “noticias esperanzadoras”, que me animaran, que me hicieran fuerte otra vez, que me esperanzaran unos días más.
Entonces, resulta que, desde los titulares, en alguna que otra cortina, para darle más importancia, la noticia principal del noticiero fue que en Sancti Spíritus nació “Jorgito”, un leoncito del zoológico de dicha ciudad.
Y dicen que “nació”, pero después en la noticia se aclara que cuando se hizo el reporte tenía ya 21 días.
Habrá que ver cuándo se hizo el reportaje, no sea que ya el leoncito tenga chequera.
Ya estoy otra vez en apagón, y esperanzas de mejorías no sentí muchas realmente, ni mi condición ideológica mejoró mucho.
Supongo que ahora tenga que abstraerme y pensar en que “Jorgito” va a ser reparador de chumaceras, técnico de electricidad de las termoeléctricas, especialista en grupos electrógenos, ministro de Energía y Minas o el futuro presidente del país…
Eso mismo: ahora sí cogen fuerza mis principios ideológicos otra vez, ya me siento fuerte y preparado para los próximos días: ¡Ahora si vamos a mejorar!
¡Larga vida a Jorgito!
