Por Manuel Viera ()
La Habana.- Me levanto cada día a primera hora y me voy al gimnasio, entreno cada día hasta que me duele cada hueso y músculo del cuerpo.
Hay dos cosas que me hacen más fuerte, que me hacen soportar: la alegría de mi hija, aún cuando hoy nada es alegre, y los dolores del cuerpo que me ayudan a olvidar los dolores del alma.
Hoy romperemos récords de déficit de generación de electricidad y vamos por más. Más de la mitad de Cuba estará apagada.
Pensaré en mi suegra, en mi tía de casi 90 años en Chivirico, en mis primos y en cada cubano que no podrá dormir.
Hoy llorará a escondidas mi esposa por los suyos, hambrientos y sin dormir, desde hace días. No encontré ni siquiera una meclozina para morirme toda la noche.
Será una larga noche. Espero que el dolor del cuerpo no me deje pensar en los dolores del alma. Siento mucho que estemos todos pasando por esto. Siento mucho el no poder hacer nada.
