Por Manuel Viera ()
La Habana.- A veces se me pierden los límites. O más bien me parece que no hubiese límites para defender «la revolución «, lo cual considero muy peligroso pues incluso para defender algo con todo el convencimiento del mundo se puede estar profundamente equivocado.
La Constitución cubana ampara a sus defensores a defender el sistema politico por cualquier medio posible. De ahí que todo lo que afecta a la imagen de «la revolución» sea considerado un ataque a la misma, llegando a convertir errores e infortunios en hechos de los que hay que defenderse haciendo uso de cualquier cosa.
Para actuar en Cuba, para ejercer algo tan elemental como los derechos y las libertades públicas, hay siempre límites referidos a no ir en contra de las ideas o la imagen del sistema politico. Sin embargo para defenderlo no hay límites. Este señor, director del Hospital Materno Hijas de Galicia, cuadro político, etc., se siente protegido, inmune y facultado a irrespetar, denigrar, insultar y emplear la imagen de un fallecido sin importar consecuencias.Se siente inmune pues al politizar el hecho lo hace no para defenderse a sí mismo, sino para defender a… «la revolución».
¿Qué habría pasado por más que las hubiese borrado si la fallecida fuera hija de algún dirigente cubano y el doctor hubiese mostrado esas fotos y calumniado como lo hizo?¿Seguiría siendo el director del hospital? ¿Cuántos años le habrían caído por ello?
La cuestión es que la ley cubana plantea que todos somos iguales ante ella y en el papel todo se ve bonito, pero luego aparecen los límites y las libertades que nos hacen diferentes. Si te defiendes, alterando la inmaculada imagen de quienes no se equivocan, entonces ya no somos tan iguales. ¡Triste!
Como sé que él no lo hará y ya ha hecho un sacrificio enorme retirando las imágenes, a nombre del doctorcillo ideológico, transmito mi pesar a los familiares de la chica y el mensaje a toda la sociedad de que la calumnia, e imágenes de ese tipo, jamás tendrían que ser permitidas y exhibidas como arma desesperada para defender persona, idea o causa alguna.
