Por Jorge Menéndez ()
Cabrils.- Ahora resulta que el payaso de Vladímir Zelenski, viendo que los están arrasando en el campo de batalla, aprovecha para sacar pecho. Realmente no me imagino cómo quién quiere pasar a la historia.
Resulta que uno de sus amos, Enmanuel Macron, le propuso hacer un alto al fuego durante los Juegos Olímpicos de París y este se ha negado, porque, según él, esta pausa posibilitaría una reorganización del ejército ruso.
Curiosamente, en esta última semana el ejército ruso abrió otro frente de guerra en dirección a Jarkov, que es la segunda ciudad más grande de Ucrania. Aquí el ejército ucraniano ha sido pillado con unas defensas en calzoncillos y los rusos se ha plantado a las puertas de Jarkov en unas semanas. Las bajas se cuentan por miles y Zelenski ha tenido que acudir a los presos para movilizarlos hacia el frente, lo que muestra la delicada situación de sus fuerzas en el frente de combate.
Nadie con sentido común puede pensar que Ucrania y Occidente van a ganarle esta guerra a Rusia, solo un payaso diletante y delirante.
Putin ya ha dicho que no tiene planificado tomar Jarkov, pues no ataca al pueblo ucraniano, solo objetivos económicos y militares.
Respecto al alto al fuego, Putin ha sido claro -sería una buena cosa, pero los hechos demuestran ue casi nunca se cumplen y, además, a Rusia le han bloqueado su derecho a participar en los Juegos Olímpicos con su gente y su bandera, entonces todo esto es contraproducente.
Zelenski se ha visto defraudado por Brasil respecto a su participación en la Conferencia de Paz de Lucerna, pues Lula asumiendo la postura del Papa, ha dicho que no participará si Rusia no es invitada y parece ser que China lo ve de la misma manera, por lo tanto el éxito de la conferencia, según la receta del cómico, está por ver.
Aunque Estados Unidos y Occidente se empeñen en desacreditar y bloquear a Rusia, la realidad es que los grandes países con peso económico y político no han bloqueado a Rusia.
Zelenski sueña con una victoria sobre Moscú, cosa imposible, y en la OTAN y círculos occidentales ya piensan en cargarse al mandatario ucraniano, viendo los avances rusos en el campo de batalla.