Por Gretell Lobelle
Matanzas.- Estuve a punto de cancelar. Bien por mis miedos y mis limitantes, lo acepto y reconozco. Vencerlos me ha permitido compartir desde la fraternidad, desde el acto de humildad un mismo sitio donde todos fuimos iguales.
Una de las experiencias más gratificantes y reveladoras. Hoy comparto en acto de alegría, mañana y en días sucesivos transitaré por un mejor entendimiento de la experiencia, sacando mucho más.
Me llevo mucho vacío grato, liberador, apaciguante. Definitivamente el individuo tiene que vaciarse, abrazar sensaciones, entenderlas, depurar, sentir la nada, lo íntimo, lo recóndito.
Compartir con personas diversas en edades, religiones, historias de vida, desconocidas, compartir la mesa la comida, espacios, energías, caminos espirituales, entendimiento de su misión de vida.
Rara, loca, fueron etiquetas que he obviado en días atrás, no me hicieron decaer. Cada día camino con más atención e intención de mi proceso. Es un gozo infinito aquel que comprende, disfruta de la maravilla absoluta que es la vida toda.
Permitirnos entender y encontrar nuestra espiritualidad, honrar el sentido de la propia existencia desde el respeto, tolerancia, son absolutamente los principios éticos necesarios.
Gratitud
Vamos por la vida discriminando desde el ego y el control cuando debería ser el amor la energía única que sostuviera la existencia humana.
Agradezco desde la sorpresa y curiosidad que lleva el propio conocimiento haber estado en ceremonia Sij, en su Gurdwara, personas practicantes de otras religiones estuvimos allí. Reverenciamos a Wahe Gurú con absoluto respeto.
El Renacimiento con Gong lleva un post aparte, completo para él, como instrumento, como sonido y sanación en lo personal ha sido mágico. Así como la meditación intensiva. Aún estoy en vivencia espiritual y física.
Tres días de festival con su cierre demoledor para bien. Otro miedo vencido, meditación de 8 horas. Comenzó 4:30 am, me incorporé a las 6 am. Yo estuve 6 horas, puse empeño y logre la mayoría, me beso, me abrazo por ello.
Cada sensación vivida en las diferentes meditaciones que transitamos, algunas desde el desafío de padecer, sufrir, soportar y sostener, otras extremadamente hermosas y profundas para entender y reconocer este camino de despertar de conciencia.
Gracias infinitas a mi tribu Matria de Matanzas, gracias por ponerme en el camino.
Bendita la convergencia en astrales, energías y misiones de vida, es infinitamente hermoso mirar y sentir el vacío, vaciarse, también saber que siempre podrás renacer desde el camino del amor y la gratitud.
*El II Festival Wahe Gurú de Centro Árbol*
