Redacción Internacional
Stuttgart.- Nueve hombres serán juzgados el lunes en Alemania acusados de alta traición, intento de asesinato y de planear un violento golpe de estado destinado a instalar a un aristócrata como líder nacional e imponer la ley marcial.
La audiencia en una sala del tribunal de máxima seguridad en Stuttgart marca el inicio de tres juicios maratónicos de 27 personas en total acusadas de conspirar en un complot frustrado por las autoridades a finales de 2022. En conjunto, representan uno de los procedimientos legales más grandes de la historia de Alemania.
El juicio del lunes se centra en nueve sospechosos, miembros del grupo Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich) , que supuestamente pretendían imponer una dura ley militar en Alemania tras llevar a cabo un golpe de estado.
El servicio de inteligencia interno del país, Verfassungsschutz, puso bajo observación a los Reichsbuergers, que según dice suman unas 21.000 personas y que no reconocen a la Alemania moderna como un estado legítimo, en 2016.
Los dirigentes políticos del grupo juzgado, encabezados por el inversor inmobiliario Enrique XIII Príncipe Reuss – descendiente de una dinastía ahora sin trono – comparecerán ante el tribunal de Frankfurt el próximo mes, mientras que otro grupo de sospechosos, entre ellos un astrólogo, será juzgado en junio en Munich.
Los fiscales dicen que la meticulosa planificación de los sospechosos y sus reservas de armas de fuego y dinero en efectivo demuestran que eran un peligro real.
«Planeaban infiltrar un grupo armado en el edificio del parlamento en Berlín, detener a los legisladores y derribar el sistema», escribieron. «Entendieron que tomar el poder implicaría matar gente».
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Reuters no pudo comunicarse con los sospechosos, que se espera que impugnen los cargos, ni con sus abogados para hacer comentarios el domingo.
Uno de los acusados el lunes, al que se hace referencia en los documentos del juicio como Markus L., disparó e hirió gravemente a un policía mientras se resistía al arresto, dicen los fiscales.
Los nueve habían acumulado 500.000 euros en efectivo, además de 380 armas de fuego, 350 armas blancas y unos 148.000 cartuchos de munición.
Los Reichsbuerger tienden a creer que son ciudadanos de una Alemania anterior -típicamente el Reich alemán anterior a la Primera Guerra Mundial- que ha sido usurpada por la actual República Federal.
Basan sus creencias en la idea de que una «Alianza» extranjera que incluye a Estados Unidos y Rusia está lista para ayudarlos a derrocar a un «Estado profundo» ilegítimo que ocupa el poder en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.
«Estos Reichsbuerger militantes están motivados por el odio a nuestra democracia», afirmó el domingo la ministra del Interior, Nancy Faeser. «Continuaremos nuestra represión hasta que estas estructuras militantes hayan quedado completamente expuestas y aplastadas».
Los Reichsbuergers tienen paralelos y están parcialmente inspirados en ciudadanos soberanos similares o en los movimientos Qanon en Gran Bretaña y EE. UU., donde teorías similares sobre un Estado profundo ayudaron a impulsar el asalto al Capitolio en Washington DC el 6 de enero de 2021.
Los jueces han programado las audiencias en el caso de Stuttgart hasta enero de 2025, pero dada la complejidad del caso y el número de testigos y sospechosos, los expertos creen que podría durar mucho más, posiblemente incluso varios años.
El último juicio comparable, de miembros de la banda clandestina nacionalsocialista de extrema derecha que asesinó a 10 personas, la mayoría de ellos de etnia turca, duró cinco años. (Reuters)
