Por Oscar Durán
La Habana.- La dictadura cubana anda desesperada con el tema dinero. Acaba de amenazar con expulsar a los combatientes del Polisario residentes en La Habana si Argelia, alidada de ese movimiento separatista, no paga los 500 millones de dólares, una suma aproximada que debe por la formación militar y técnica de los milicianos de dicho Frente.
Según el medio bladi.net, el régimen castrista está presionando al gobierno argelino a depositar la deuda, en una clara movida de desespero ante la crisis actual en la isla y los incumplimientos en las relaciones bilaterales entre ambos países
El Frente Polisario es un movimiento de liberación saharaui fundado en 1973 con la intención de lanzar una lucha armada contra el Sahara Español. Una vez retirados los españoles del territorio, los ejércitos de Mauritania y Marruecos invadieron inmediatamente y el conflicto se extendió hasta 1991, en espera de un referéndum respaldado por la ONU, constantemente pospuesto.
Solo 38 países reconocen el derecho del Polisario al Sahara Occidental y sus principales patrocinadores políticos y militares son Argelia, Libia y Cuba. En 2020 el Frente decidió terminar el alto al fuego y reanudó el conflicto.
El año pasado el castrismo ratificó su compromiso y apoyo al Frente en el congreso de esa organización árabe, por medio de un mensaje de Miguel Díaz-Canel leído por Yudí Rodríguez Hernández, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
“Traigo el mandato de trasladar nuestra firme convicción de que jamás dejaremos de acompañar al Polisario y a su heroico pueblo en la lucha por la independencia y soberanía, expresó la dirigente.
Sin embargo, las relaciones entre el régimen de La Habana y Argelia, el principal aliado del Polisario, están deterioradas ahora mismo por la ya mencionada deuda de casi 500 mil millones de dólares.
Un país -me refiero a Cuba, por supuesto- que le debe a las once mil vírgenes exigiendo pagos a una nación que históricamente ha sido uno de las principales abastecedoras de petróleo a la isla y sabrá Dios cuántas cosas más.
El desespero es total dentro la cúpula castrista. Hasta Argelia, un gobierno intocable para la dictadura, acaba de coger lo suyo. Con amenaza y todo.
