Por Oscar Durán
La Habana.- La dictadura cubana es especialista en eso, en desviar atenciones. Y el cubano, con su cerebro adoctrinado, compra de una. Así andan, ahora mismo, unos cuantos por ahí. No tienen corriente, ni comida, pero no salen de las redes sociales buscando noticias sobre la obra de teatro de Alejandro Gil y compañía; como si esto último fuera más importante que estar 15 horas sin electricidad y con el refrigerador vacío.
No exhorto a nadie a que salga a la calle, es justo aclararlo. Esas son decisiones propias. Estoy muy lejos parecerme a los típicos cubanos que salieron echando de la isla y, desde su efficiency o trailer en Hialeah, llaman al combate corred bayameses, desde 90 millas de distancia. Esas personas, para mí, son sindicalistas con Food Stamps y cadenas de oro alquiladas. Los mismos que después vienen aquí a la isla, no tiran ni una piedra y le regalan sus dólares al castrismo.
Ese tipo de gente da pena. Asco. Por ahí andan a granel en las redes sociales. Ofendiendo a todo el mundo. Incluso, los ve cómo llegaron a Estados Unidos apoyando a los Demócratas -sin saber nada de política norteamericana- y ahora son más Republicanos que Donald Trump.
No obstante, del lado acá, también estamos nosotros, los sindicalistas de refresco Zuko. Si el lunes hubo un déficit en el país de 1300 kw, no pudiste hacer almuerzo y ni un pan tienes para comer, ¿qué tú haces preocupado por Gil o hablando porquerías del nuevo pozo de petróleo que encontraron en Varadero? Vamos a respetarnos un poquito, compadre.
A ver, dime, ¿cómo tienes el valor de ir a una marcha de apoyo a Palestina y dejar a tu hijo dormido sin poderle dar un vaso de leche? Estoy de acuerdo en que si no quieres salir a manifestarte en contra del Gobierno, no lo hagas, pero tampoco te prestes para los descaros de estos sinvergüenzas.
El régimen sabe que la situación en Cuba ya no da para más y va a tratar de entretenerte a “lo como sea”. Si tienen que poner a Humberto en el noticiero para que presente el nuevo video de Yomil, Dani Ome y Kevincito el 13, lo van a hacer. No compres nada de eso, andan desesperados y la cosa pinta para peor, aunque la dictadura te diga otra cosa.
A ninguno de nosotros se nos puede tildar de cobardes por no salir a enfrentar al castrismo, pero también debemos tener sentido común y no seguirle el jueguito de entretención de estos barrigones. A fin de cuentas, ellos están viviendo a sus anchas y uno sigue aquí, comiéndose tremendo cable y sin electricidad.
DESVÍO DE ATENCIONES
